AVANCE MARINO
La huelga de la Flota de Pasajes
Cerca de un mes de lucha, por el cerrilismo y las maniobras de los armadores-Hablen las cifras de las penurias de la Industria
Va para el mes que la huelga de la flota de pesca de arrastre hubo de ser declarada ante el insano cerril y desdeñosa de la Gremial de Armadores.
Desde entonces, ni una palabra ni un gesto que puedan dar la impresión de que les importe la actual situación de los trabajadores y de la propia industria, al menos en apariencia.
Naturalmente, esto es para la galería, pues en el fondo todo consiste en que su soberbia le ha impedido dar el paso decisivo que les pusiera en camino de encontrar la solución deseada, ya que de ellos era de esperar que de buenas a primeras no pesnsarn en conceder integramente las peticiones de los trabajadores. Asi lo acredita las maniobras que desde el momento mismo de la declaración de la huelga hemos estado presenciando, y no pocas manifestaciones de despecho del ha transcendido su malhumor.
Sabemos de ciertos comunicdos que se han pretendido publicar a tanto la línea, aunque ello implicara dilapidar el dinero arrancado alevosamente al esfuerzo laborioso de los pescadores, comunicados en los que campaba a sus anchas la prosa copiosa y trivial del abogadillo ramplón y trapisonda, con la del señorito calavera de tronío y cartel de espléndido entre las pobres mercenarias de los “cabarets”.
Bajo el signo del orden
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El cuarto poder también
Bien merece su comportamiento unas líneas. La prensa, ese comedero de mercenarios, ha tenido también su intervención.
En su afán de guardar una neutralidad nada favorable a los huelguistas, por cierto que no es tal neutralidad, ha saboteado todos los comunicados del Comité de Huelga, con una saña digna de mejor causa.
En este aspecto no se salva ningún periódico, excepción hecha de los obreros. Ni el periódico de la caverna de Loyola pintado con franja verde; ni el de “don quiero y no puedo”, con apellido en vasco poque eso da más ganancias, ni la Voz de la alcahuetería. Los tres, en tres órdenes diferentes, adulan a los trabajadores de vez en cuando, buscando sus quince céntimos y haciéndoles protestas de honradez, pero los tres han estado en esta ocasión más atentos al dinero de los armadores o lo que sea, que a la razón de los trabajadores. Unas veces hanido en contra de éstos, dando noticias tendenciosas que sabía de antemao que no eran ciertas, y otras, pura y simplemente, se han negado a pulbicar las notas del Comité.
La Meca de los armadores vascos: Madrid
Para ella salieron a toda velocidad a ventilar el conflicto los armadores, en cabeza los que se dedican, para ahondar distancia entre los trabajadores con su cuenta y razón, a hacer ostentación de un nacionalismo que sienten como una mercancía cualquiera, según convenga o no a sus intereses. Aprovechen la lección los ingenuos que escuchando las argumentaciones de estos vivos se hacen eco de un vasquismo bobalicón, propio para actuar de comparsa para servir, a su vez, los intereses de sus peores enemigos.
A Madrid trasladaron sus reales y si aquí encontraron desde el primer momento la mejor disposición, allí el Ministerio de Trabajo secundaba sus maniobras como si de cosa propia se tratara. Pero la Conferencia Pesquera de Madrid fracasó más ruidosamente que la Sociedad de Naciones, porque los trabajadores se negaron a participar en una comedia improvisada en la cual le estaba destinado el papel de maldito. Si en Pasajes se había declarado el conflicto, en Pasajes había de resolverse. Otra intentona posterior no sabemos si de conferencia o de qué, convocada por la Dirección de Trabajo, trasladan sus reales a San Sebastián. Convocatorias, explicaciones previas, informes: los trabajadores están dispuestos desde el primer día a entrar en negociaciones directas con los armadores. Se conviene una reunión conjunta: a la hora de la verdad, los patronos no acuden, con pretextos vanales, que no encubren su mala voluntad para negociar. Siguen en sus trece al parecer de que se trata en una conferencia. Al menos, eso parece que dejan traslucir, aunque bien puede suceder que lo real sea en este caso correspondencia a la posición en que por todo el país se están colocando las clases burguesas, respondiendo más que nada a móviles políticos. El delegado del Ministerio, en este caso personificado por un individuo por muchos órdenes de infausta memoria para los trabajadores, en el fondo no parece apurarse, porque como él dirá: Vengan días y vengan dietas... En el supuesto que no se trate más que de eso.
De cualquier manera, la posición de la organización sigue siendo la misma y con ella la moral de los trabajadores dispuestos a triunfar por encima de todos los sacrificios. Su contestación no se hará esperar.
El cuento de los 400 gallegos
Nos recuerda al cuento de los lobos al que tantas alusiones maliciosas hemos oído en nuestra vida.
El de los gallegos, es una invención burda y de mal gusto salida seguramente de alguno de los cenáculos de logreros que tantos millones amasaron a costa de la miseria de no pocos gallegos y de bastantes vascos, que cuando de explotar se trta, para estos menesteres no se pide carta de nacionalidad. La especie consiste en que a Pasajes han venido 400 gallegos olfateando las plazas que con arreglo a las nuevas Bases habrán de ser ampliadas. El alcance de tal especie es dividir a gallegos y vascos, integrantes principales de la huelga que mantenemos, para mejor derrotarlos.
Afortunadamente, los trabajadores se han dado cuenta, y la maniobra, por buda, por estúpida, se ha desecho por sí sola.
No sabía el desaprensivo que tal especie lanzó, que los gallegos y los vascos conviven fraternalmente en las mismas organizaciones, aun las que más denodadamente hacen todos los días unas afirmaciones de vasquismo que no por más vocingelero es más real en cuanto a respeto de derechos que, como trabajadores, pueden tener todos los trabajadores, a los cuales no se pide cédula personal para ingresar en los sindicatos, ignoraban que, con vistas a ello, las organizaciones que los habilidosos pudieran señalar como menos suspectas de vasquismo –en realidad no son- hace tiempo que confeccionario un Reglamento de Bolsín de colocación de parados, en que se garantiza el derecho a colocación por riguroso turno de antigüedad. Por lo tanto, los 400 gallegos llegados a última hora al decir de los adelantados, en el supuesto de que hubieran, como se dice, venido, habrían de esperar su turno y como son los últimos llegados, serían los últimos en colocarse, sin que por ello se sintieran lesionados los intereses de nadie.
Egoísmo, ante todo egoísmo
Ese es el móvil de la resistencia patronal. Acostumbrados a enriquecerse fabulosamente, no pueden soportar la idea de ver mermadas sus ganancias y de tener que reconocer el derecho a la vida y la personalidad de los trabajadores. Para ello, lo principal es ser los amos de su casa –ya sabemos lo que esto significa para ellos- y sobre todo, seguir amontonando dinero o disponer de él para dilapidarlo alegremente.
Ellos acuden a todo el que quiere írles cantando su miseria. Ya conocemos eso y vamos a dar lugar para que todo el mundo la conozca. Vayan cifras por delante, que esperamos que su lenguaje claro sea lo suficiente para convencer a los más excépticos. Que apelen a ellas los patronos y demuestren su miseria como nosotros demostramos su opulencia.
Son cifras estas, que no pueden ser tachadas de suspectas. Se trata de noticias de fuente oficial, y ya sabemos que las estadísticas oficiales se quedan siempre muy por debajo de la realidad, y en esto mucho más, por cuanto están hechas, seguramente por la pesca tributable, mejor dicho, que ha tributado, desconociendo que de entre las garras del fisco ha escapado mucho que no cuenta para el Estado y sus órganos de estadística.
En qué consiste la ruina
de los armadores
Esas cifras oficiales son las que dicen que en el puerto de Pasajes entró en 1934 pesca por valor de 47.804.900 pesetas. Esa cifra ha ido a parar al bolsillo de los armadores en la proporción que después vamos a demostrar.
Ante todo, hemos de deducir la cantidad de 10.018.900 pesetas, correspondientes al bacalao capturado por la Empresa dedicada exclusivamente a éste género de pesca denominada P. Y. S. B. E. (Pescaderías y Secaderos de Bacalao de España). A esta cantidad vamos a sumar aproximadamente millón y meido en que puede clcularse la pesca de especies que no son comunes en el arrastre. Queda para esta clase de pesca 36.286.000 pesetas, que esas sí, van a parar ya a las cajas de los armadores. Deduzcamos de ellas las 1.411.440, importe de los arbitrios a razón del 4 por 100 y del resto la cantidad destinada al 5 por 100 medio dedicado para engordar nulidades que responden al nombre de patrones de pesca. Queda un total de pesetas 33.220.260.
Comprenderemos que no todo es ganancia, y prevemos que alguien al leernos, está pesando en ello. Sabemos que hay gastos a los cuales los armadores tienen que hacer frente para mantener la industria.
La sabemos y a ello vamos:
Hubo en Pasajes en 1934, 127 barcos dedicados a la pesca de arrastre a los cuales clasificaremos a los efectos de los gastos, en dos clases, cuyos presupuestos aproximados son los siguientes:
Presupuesto mensual de
una pareja grande de bar-
cos de pesca de arrastre
Dos maquinistas, a 450 pesetas, 900 pesetas.
Dos patrones de costa, a 450 idem. 900 idem.
Diez Marineros a300 id., 3.000 id.
Dos contramaestres, a 350 id., 700 id.
Dos patrones de pesca, a 250 id., 500 id.
El 4 por 100 para el primer patrón, el 1 por 100 para el segundo.
Seis fogoneros, a 350 id., 2.100 id.
Costera, 60 íd.
Cien toneladas de carbón, a 57 íd., 5.700 ídem.
Dos aparejos, ruedas, etc. 300 íd.
Varios, provisiones, etc., 300 íd.
Efectos navales, malletas, etc., 1.140
200 litros de aceite, a 1,30 íd, 360 íd.
50 íd. Balbalina a 2,40 íd., 125 íd.
Cotón, 80 íd.
Seguro de cascos por dos años, 1.140,85 al mes, 500 íd.
Idem de personal, 467 íd.
Dos aparatos de telefonía, 378,75 íd.
Sonda eléctrica, 480 íd.
Un maestro redero, 405 íd., 405 íd.
Un aprendiz redero, 245 íd., 245 íd.
Un almacenero 300 íd, 300 íd.
Inspector, 300 íd.
Transporte de pescado, 350 íd.
Personal de pescadería, 600 íd.
50 cajas, 2,00 íd., 100 íd.
Gastos de conservación y reparación, 850 íd.
Sguro de personal de tierra, 50 íd.
Gastos en Pescadería, 280 íd.
Almacén, 150 íd.
Terraza, 50 íd.
Gastos de oficina, 250 íd.
Arbitrios
Amortización 5 por 100, 1.300 íd.
Sueldo del armador, 1.000 íd.
SUMA TOTAL: 26.910,75 íd.
Presupuesto mensual para
una pareja pequeña
Medidas:
Largo: 18 metros.
Manga: 2,30 metros.
Alta: 1,80 metros.
Desplazamiento bruto: 19 toneladas.
Dos maquinistas, a 450 pesetas, 900 pesetas.
Dos patrones, a 450 ídem, 900 ídem.
Ocho marineros, a 300 íd., 1.400 íd.
Dos contramaestres, a 350 íd., 700 íd.
Dos patrones de pesca, a 175 íd. 350 íd.
El 4 por 100 por el primer patrón y el 1 por 100 por el segundo.
Seis fogoneros, a 350 íd., 2.100 íd.
Costera, 60 íd.
26 toneladas de carbón, a 57 íd. 1.425 íd.
Aparejos, 2.400 íd.
Efectos navales, malletas, etc., 900 íd.
Varios, provisiones, etc. 300 íd.
150 litros de aceite 1,80 íd., 270 íd.
50 ídem de balbulina, 2, 50 íd. 125íd.
Cotón, 55 íd.
Seguro de cascos de siete años, 375 íd.
Idem de personal, 422 íd.
Telefonía (un solo barco), 146 íd.
Un maestro redero, 405 íd.
Un aprendiz redero, 245 íd.
Un almacenero, 300 íd.
Transporte de pescado, 250 íd.
Personal de pescadería, 400 íd.
50 cajas, 2,00 íd., 100 íd.
Conservación y reparación, 600 íd.
Seguro personal de tierra, 50 íd.
Gastos de pescadería, 200 íd.
Almacén, 150 íd.
Terraza, 25 íd.
Gastos de oficina, 150 íd.
Arbitrios, 4 por 100.
Amortización, 5 por 100, 900 íd.
Sueldo del armador, 750 íd.
Imprevistos, 500 íd.
TOTAL DE GASTOS: 19.053 íd.
Para confeccionar este presupuesto, hemos tenido en cuenta dos cosas: una, hacer un cálculo por lo alto, es decir, de forma que las partidas se eleven por encima de los gastos reales, en más de 1.000 pesetas. Aparte de esto, para que no se nos venga con la monserga de que los armadores son administradores y mientras exista el régimen capitalista tienen que vivir, le hemos asignado un subido global de 1.000 pesetas por pareja. Los habrá que no tengan más que una, pero también los hay que son propietarios de varias, en cuyo caso el sueldo se eleva de una manera respetable. Asimismo, hemos asignado a cada pareja un almacén, una oficina, un inspector, etc., etc., cuando en realidad corresponde cada capítulo de estos a un armador puede holgadamene vivir con el sueldo asignado, que por mucho menos vivien los marineros y demás tripulantes de sus barcos. Podrá argüirse que el presupuesto medio es inferior al que realmente tienen muchas parejas, pero también podemos adelantarnos afirmando que hay otras tantas que están por debajo de él.
Pues bien; sumado el total de los gastos originados por la flota de arrastre de Pasajes, tenemos 64 parejas que, multiplicado por 23.500, presupuesto medio asignado a cada pareja, tendremos 504.000 mensuales que, multiplicados a su vez por los doce meses que tiene el año, arroja 18.048.000.
Queda una ganancia líquida anual de 15.072.260.
Pretenderán escudarse tras de las necesidades de renovación de las artes de pesca y de la flota para ponerla a la altura de las necesidades industriales del momento. No olviden que en el presupuesto de cada pareja hay un capítulo de amortización con el cual, en quince años, se tienen más que amortizadas las embarcaciones, y con el importe de la amortización de una, después de liberada, pueden ir pagando las que han de sustituirlas. Pero aunque así no fuera, con QUINCE MILLONES SETENTA Y DOS MIL DOSCIENTOS SESENTA puede muy re.... un tutelage que tan caro pagan y novarse la flota. Téngase en cuenta que ésta esta valorada –hablamos de 1934- en 20.844.526. Pueden, por lo tanto, los armadores renovarla en poco más de un año sin poner en peligro de morir de hambre sus preciosas existencias ya que le dejamos asignadas las 1.000 pesetas, para que cada mes peudan cobrar sus sueldos como si fueran diputados, ni más ni menos.
Más honradez es lo que hace
falta, y más administración
Sabemos que no todos pescan igual, y puede darse el caso de que mientras uns, como ocurre en realidad, se enriquecen en un par de años, los otros vejetan. Esto es un poco cuestión de capacidad y un mucho cuestión de administración e iniciativa. De lo uno y de lo otro andan generalmente bastante mal los armadores de Pasajes. Pero no es cuestión de que pretendan hacer pagar los tiestos rotos de esto a los trabajadores. Y que anda mal de lo uno y de lo otro los armadors lo demuestra el hecho de que hasta la fecha no hayan sabido prescindir del honeroso e inútil patrón de pesca, ni del voraz exportador, verdaderas sangrías para la industria. Como tampoco podemos ser culpables de que sean tan incapaces que no hayan sabido emanciparse de la tutela de los cuatro tiburones que hace tiempo le impusieron su tutelage que tan caro pagan, y que terminarán por engullirse las industrias de los pequeños industriales, muchos de los cuales se interesan excepción hecha de la hora de pasar a cobrar mucho menos de los barcos que en la mar tienen pescando que de las cabaretistas que pasan por el “Colón”.
De cualquiera manera esta es cuestión de los armadores y sólo suya, porque no hemos de ser nosotros los que en estas fechas vengamos a encargarnos de enseñarles el camino de la liberación o de la expansión de sus industrias.
Demostrado queda de la mejor manera que puede ser hecho, que en el orden material pueden atender las peticiones que por parte de los trabajadores se les hecen. Quince millones de pesetas, por lo menos dan de sí mucho para tales menesteres.
Por lo que se relaciona con las peticiones morales, nada creemos preciso decir, porque nada hay que sobresalga de lo qe es aspiración general de los trabajadores en el momento presente. Todo se reduce a velar por la seguridad de las propias vidas y arrancar a los armadores un arma que en sus manos es peligrosísima, como es la admisión del personal, de la cual vienen haciendo desde tiempo inmemorial arma en contra de lo más consciente de los trabajadores del mar, cultivando el favor más hipócrita como arma en contra de las organizaciones obreras.
Ahora que se diga de parte
de quién está la razón
Cuanto queda apuntado, no es lo que hubiéramos deseado decir. La tiranía del espacio nos veda hacer una exposición analítica de las peticiones de los trabajadores, y su alcance, tanto en lo moral como en lo económico: pero nos creemos eximidos de esta necesidad que hubiera sido una obligación, al dejar sentado el margen que en el orden económico tiene la industria, para poder atender a las peticiones de los trabajadores, de todos los trabajadores de su industria.
Ahora, harán lo que quieran seguirán preparando conferencias y acechanzas en contra de los trabajadores, harán lo posible en su soberbia, por humillar a los trabajdores sirviéndose de los elementos que tan bien los han secundado desde el primer momento; pero lo que no podrán hacer es demostrar que de su parte esté la razón ni que tengan razón al emplear los aires de plañidera que emplean.
Y en estos tiempos el que no tiene la razón va poco lejos, si además le faltan razones con las cuales combatir las de los adversarios.