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¿Armadores o negreros?

Cuando este artículo fué escrito, no había sido solucionado el conflcito mantenido con la empresa Zubimendi tal y como puede verse en otro lugar. Hoy trabajan con arreglo a las bases de Pasajes, y por lo que respecta a los Vapores “Marcos” y “Delfina”, ha dejado de tener actualidad.

No obstante, lo damos a la publicidad para poder contrastar como trabajaba, además, ¡hay tantos Zubimendis por estas costas cantábricas!

Los que diariamente vemos el dramático vivir de los trabajadores del mar, no tenemos más remedio – si tenemos una brizna de sensibilidad- que salir al paso de los negreros que los explotan y vejan de una manera cruel y despiadada.

El caso que nos ocupa hoy, es de los que lleva a pensar si habremos retrocedido cien años, en que los señores de vidas y haciendas armaban sus galeras con los rehenes de la piratería, a los que se conocia con el sobrenombre de galeotes.

Para que se vea que no tratamos de meternos a enmendar entuertos, y si por el contrario de poner en su lugar –como corresponde- a cada “quisqui”, vamos a reseñar la contrata infamante que los armadores Zubimendi y Compañía de la pareja “Marcos” y “Delfina” hacen firmar a los pescadores, que agoviados por la carencia de empleo, se ven percisados a solicitar trabajo de éstos.

Escala de suedos y tanto por ciento
que percibian los tripulantes de la
pareja dedicada a la pesca de
-------------arrastre-----------------

Patrón de pesca primero. Sueldo inicial 200 pesetas; participación, 4 por ciento.
Patrón de pesca segundo. Sueldo inicial, 200 pesetas; participación , 2 por ciento.
Patrón de costa y maquinistas. Sueldo inicial, 175 pesetas; participación 1,43%
Contramaestre. Sueldo inicial, 120 peseras; participación, 1,10%
Fogoneros. Sueldo inicial, 145 pesetas; participación, 1,10%
Marineros. Sueldo inicial, 100,50 pesetas; participación, 0,90%

Nota.-La tripulación de la pareja de arrastre “Marcos” y ”Delfina” descansarán cuatro días al mes y del modo siguiente: Se pondrá un marinero que turnará con toda la tripulación.

En puerto y en los días que haya descanso, se montará un servicio de guardia y máquinas.

Será obligación de la tripulación la descarga del pescado al muelle, toma de carbón, redes, etc.

La tripulación procederá a la limpieza de fondos, pintura de cascos y demás trabajos de puerto, siempre que el armador lo estime conveniente, abonándoles por ello una bonificación en el sueldo que llegue a nivelar con el que en principio se les asigna.

Queda prohibido que los tripulantes lleven pescado de ninguna clase, esto es motivo para que el armador haga la anotación correspondiente y tener en cuenta para lo sucesivo y si se repie esta falta, proceder al despido.

(Hay un sello que dice: “Subdelegación Marítima de Pasajes”).

* * *

Como se ve por lo transcrito, esta contrata es una compra miserable, en la que el trabajador queda atado de pies y manos a la codicia de cuatro piojos que quieren resucitar –a marchas forzadas- a expensas del esfuerzo ajeno. Porque, téngase en cuenta, que mientras los patrones de pesca primero y segundo cobran bastante más que lo corriente, los patrones de costa, maquinistas, fogoneros y marineros, no perciben más que una cuarenta y tres; una diez, una diez y cero noventa por cada cien pesetas. De lo que resulta que mientras la tripulación, desde el patrón de costa al último marinero no perciben una tercera parte del sueldo corriente, los patrones de pesca, con los armadores a la cabeza, se reparten dividendos que les reperta su bien combinado “straperlismo”.

Lo curioso del caso es que la SUBDELEGACION MARITIMA DE PASAJES se mezcla en estos “straperlos” –sellándolos- para lo cual no está autorizada. Puesto que se trata de una cuestión de trabajo, y no de una PROVIDENCIA MARITIMA ESTATAL.

¡Vosotros, obreros vascos! Los que componéis la mayoría de la tripulación de la pareja que nos ocupa y que sabemos de vuestros descontento, acudid a la Confederación del Trabajo que sabrá defenderos, como lo prueba a diario. Nadie como nosotros sabe comprender vuestris sentimientos federalistas, libres de la carcoma loyolesca que os habla de un Dios y una patria que no es la vuestra; pues la vuestra está en la tierra que os vió nacer y que regásteis con vuestro sudor, en el litoral Cantábico, de donde sacáis el sabroso pescado que conforte el estómago de los que se llaman vuestros compatriotas y que el fin de cuentas, no son mejores para vosotros que cualquier capitalista castellano.
EMILIO VARELA
Pasajes de San Pedro.

2006 Departamento de Cultura, Juventud y Deporte - Diputación Foral de Gipuzkoa