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La XXX Vuelta a FranciaEl vizcaíno Federico Ezquerra
primero en la etapa
Niza-Cannes
Otro gran triunfo de los españoles
PARIS.-La undécima etapa de esta XXX Vuelta a Francia ha sido disputada en el día de ayer, domingo, constituyendo un éxito pleno para los corredores españoles y, en especial, para el gran escalador vizcaíno Federio Ezquerra que se ha apuntado un triunfo magnífico que pone de manifiesto, una vez más, sus virtudes como hombre de cuesta.
Por él ha sido ganada la etapa, lo que trae a la memoria sus palabras de pocos días antes de dar comienzo la Vuelta, advirtiendo que, sin perjuicio de dedicar su mayor atención a conseguir adjudicarse el Gran Premio de la Montaña, no perdería de vista tampoco la posibilidad de ganar alguna etapa, escapando en una de las muchas cuestas que durante la gran ronda francesa se encuentran.
Anteriormente estuvo a punto de lograrlo, pero Archambaud, por una parte y su desconocimiento de un detalle de la organización, por otra, hicieron que aquella magnífica oportunidad se desvaneciera.
No obstante, el de Sodupe ha sabido provocar esta nueva coyuntura y aprovecharla plenamente, destacándose magnífico entre el excelente lote de corredores que integran los grupos francés, belga, luxemburgués, etc.
Lo más saliente de las características de esta undécima etapa, es su duro recorrido.
La etapa es breve, pero los “tours” nada más salir de Niza tropiezan con varios desniveles que les llevan hasta el “col” de Braus, de 995 metros, puntuable para el Gran Premio de la Montaña.
De aquí descienden hasta Sospel para ascender al Castillone y pasado Montecarlo, llegar a La Turbie (480 metros de altitud), que puntúa igualmente que el Braus.
Luego viene el descenso hasta Cannes.
El año pasado esas dos cuestas puntuables constituyeron un franco éxito para el turista-routier Ruozzi, que las escaló en primer término.
No obstante, en el descenso le alcanzó un pelotón y la victoria de la etapa se la adjudicó el belga y entonces “lider” Romain Maes.
* * *
La fuga de Ezquerra, que le ha valido el triunfo, se ha producido en el “col” de Castillone, que no puntuaba para el Gran Premio de la Montaña.
Desde allí se ha lanzado a gran velocidad en busca de la meta, teniendo antes que coronar La Turbie.
Una vez conseguido esto ha proseguido completamente solo y cada vez con mayor moral, seguro de su victoria, que la realidad ha confirmado.
En solitario ha cubierto la distancia que media hasta Cannes, adonde ha llegado completamente destacado, produciendo la consiguiente y comprensible admiración en los numerosísimos aficionados que presenciaron la llegada.
Más de tres minutos de ventaja ha sacado al segundo clasificado, que lo ha sido el belga Vervaecke, otro buen escalador, que si hasta ahroa se hallaba un tanto apagado, en esta etapa ha vuelto a brillar plenamente, como en otros días mejores para él.
Las noticias que se tienen, un tanto inseguras, acerca de la llegada de los restantes corredores españoles, afirman que el tercer lugar le ha correspondido al madrileño Berrendero, que al igual que su coequipier Ezquerra, ha vuelto a ratificar la impresión que en anteriores etapas produjera, impresión bonísima.
En cuanto a Cañado, parece ser que ha logrado un sexto o séptimo puesto, también honorabilísimo y que evidencia la conservación plena de su excelentes facultades, que son en estos momentos magníficas.
Por consiguiente, es seguro que el equipo español, mejor dicho, los hispanos Ezquerra, Berrendero y Cañardo han logrado dar una preciable salto hacia delante en la clasificación general y los dos primeros citados en la puntuación para el Gran Premio de la Montaña.
Éxito del que nos congratulamos y que hará ver a M. Desgranges su escaso acierto al no destacar a la Vuelta un equipo completo español.
Es de esperar que las hazañas de estos tres hombres conseguirán llevar al convencimiento del “papá” de la ronda francesa la conveniencia de que en años sucesivos figuren en la misma diez españoles.
2006 Departamento de Cultura, Juventud y Deporte - Diputación Foral de Gipuzkoa
