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La Orquesta Filarmónica en TolosaDistinción al maestro Figuerido
Con sobrada frecuencia se ha insistido en nuestra Prensa diaria ensalzando el ritmo de todas las actividades de nuestro choko, crítica que obedece a una realidad indudable.
Pero si algo hay que puede expresar la selección de una colectividad, nada como sus aficiones musicales puras, porque hablan de una sutileza espiritual innata y de un cultivo y desarrollo de ésta, gracias a la labor cultural que dirigen hombres desinteresados, y sobre todo maestros en una palabra.
Y en este aspecto no queremos dejar pasar por alto la labor que viene desarrollando la Orquesta Filarmónica Donostiarra. Contagiada de las iniciativas incansables de su director artístico, viene desarrollando desde hace tiempo una obra de estudio que sobrepasa los límites locales para extender su misión cultural por la provincia, gracias al esfuerzo dispensado en algunas localidades.
Ha sido ayer en Tolosa donde ha actuado esta notable agrupación con obras de Haydn, Mendelsohn, Mocoroa, Usandizaga y Turina; porque es de señalar el interés que viene caracterizando a esta entidad por divulgar las producciones de nuestros artistas estudiosos, actitud estimable por su bondad y por el sacrificio y desinterés del esfuerzo puesto al servicio de una novedad.
El maestro Figuerido, ese hombre áspero en el gesto, a quien tanto queremos los que sabemos apreciar todo el romanticismo de su vida, todo el hombre modesto que no sabe orear con petulancia su gran honradez artística, tuvo ayer una compensación de su esfuerzos de consolar al doliente con los recursos de su arte.
En el concierto de ayer en Tolosa entre sus amigos de arte, se le impuso la medalla de plata de la Cruz Roja en reconocimiento de este aspecto bondadoso del maestro, que dicho sea de paso no debemos silenciar, sino predicar el ejemplo de hombres así.
Felicitamos al comité tolosarra de la Cruz Roja y Gota de Leche por el acierto de la organización de esta sesión de gratitud y animamos con nuestra firma al maestro a que mantenga por nuestro bien su alta misión instructiva al frente de esa notable orquesta; los selectos se lo agradecerán y el beneficio desconocidamente será para todos.
Lástima que organizaciones del vigor y entusiasmo de nuestra Filarmónica no tengan un hueco mayor en apoyos oficiales, sin los agobios y desesperanzas que se ven atacados por carencia de estos recursos. Confiemos en que llegará un día en que la misma cultura ha de dispensarlos como se merecen estos esfuerzos.
JOSHE MARI
2006 Departamento de Cultura, Juventud y Deporte - Diputación Foral de Gipuzkoa
