Páginas de la Historia
Los bravos mendigoizales, en el frente
Los mendigoizales están escribiendo una página brillantísima en la defensa de nuestro suelo y de nuestras libertades vascas. Con un arrojo y valentía extraordinarios están prestando su colaboración en todos los frentes de batalla, causando la admiración de todos los jefes que en cada mendigoizale contemplan una barrera infranqueable para los faccioso, que, día tras día, ven anulados sus esfuerzos de invadir nuestro suelo patrio y ahogar en sangre nuestos más caros sentimientos de libertad y amor a nuestra Patria Euzkadi.
No tiene duda, es indiscutible, que uno de los factores que ha motivado esta sangrienta revolución h asido el de exterminar el nacionalismo, liquidando de una vez para siempre el sentimiento vasco, que tan hondamente late en nuestro pueblo.
Nada importaba el sentimiento profundamente cristiano que impregnaba todos nuestros actos, nada importaba que en todas las capas sociales, absolutamente en todas, en el obrero, en el nekazari, en el industrial, en cuanto supusiera algo de vitalidad, latiera vivamente el patriotismo vasco. Nada importaba todo ello para las espuelas de los militares que habían de barrer, ahogando en sangre este espíritu de libertad tan arraigado en los pechos vascos.
Pues bien: la respuesta y la actitud de los patriotas vascos ha sido categórica: defender la República y el Gobierno legalmente constituído, que, respetando nuestors sentimientos religiosos, nos abre las vías de un Estatuto que ha de conducirnos al triunfo definitivo de nuestra causa.
Esa es la actitud del nacionalismo vasco; esa es la respuesta varonil que ha hecho ponerse en pie de guerra al patriotismo vasco, que hoy cubre las montañas de Euzkadi, dispuesto a renovar las gestas de nuestros antepasados que durante siglos supieron consevar la independencia de nuestro suelo patrio.
Era cuestión de vida o muerte el dilema que se le ofrecía al nacionalismo vasco y ante el mismo no dudó, no podía dudar.
Hoy los “irrintzis” de nuestros bravísimos mendigoizales resuenan por todos los ámbitos de Euzkadi y son garantía segura del triunfo definitivo que espera a la causa de la Libertad patria.
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Nos hemos propuesto visitar todos los frentes donde actúan nuestros muchachos. Queremos ofrecer a los lectores el detalle del espíritu y del heroísmo con que, palmo a palmo, van defendiendo los pedazos de su solar patrio, al mismo tiempo que también hacemos llegar hasta ellos el aliento, el estímulo de los que permanecen en retaguardia con la fe y la esperanza en tan valientes soldados.
Hoy hemos visitado el cuartel general de Irún. De pasada hemos sido testigos en Lezo de los horribles efectos causados por los aviones facciosos que revoloteaban sobre nuestras cabezas.
Cuando llegamos a Irún el estampido del cañón atruena el espacio, percibiéndose más lejos el tableteo de la ametralladora.
En el cuartel se recibe la noticia de que hay que reforzar “Puntha”.
Allá parten nuestros muchachos, alegres y confiados, con la confianza que inspira la defensa de una causa justa.
Hasta mañana.