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LA MENDACIDAD FASCISTAQueipo de Llano afirma que los rebeldes son dueños de San Sebastián
Cada noche, a la misma hora, ese figurón bigotudo que para desgracia de la patria y para deshonra del uniforme militar lleva fajín de general, sufre ante el micrófono de Radio Sevilla un deliquio de alcoholismo agudo. Entre eructos de comilón y regüeldos de ebrio, --pruebas manifiestas de que el hombre es aficionado a la buena mesa y a los placeres de la libación abundante--, ensarta una serie de majaderías jocundas, que harían reir si no fuera porque el tema es demasiado dramático para tomarlo a beneficio de inventario. Porque, a fin de cuentas, con lo que se especula es con la suerte de España, ensangrentada por la vesania de estos hombres que, una vez más, traicionaron sagrados compromisos de honor y se levantaron contra el pueblo esgrimiendo las armas que éste les había entregado para su custodia.
Pero, ¿qué sabe Queipo de Llano del honor militar, ni de la dignidad ciudadana, ni de los destinos de la patria, ni de todos etos graves y hondos problemas que nos aquejan?. El no sabe hablar más que de sus soldaditos como si fueran suyos y no del pueblo; y de la canalla marxista; y del Gobierno rojo de Madrid; y de las hordas revolucionarias, sin pararse a meditar que los marxistas españoles forman un núcleo tan considerable que ha de entrar forzosamente en el juego de la política nacional; y que el Gobierno "rojo" de Madrid constituye la única autoridad legítima de la República; y que las "hordas revolucionarias", como él las llama, no son ni más ni menos que el pueblo entero de España puesto en pie de guerra contra los facciosos. Para vencer a las hordas revolucionarias tendría que vencer al pueblo español. Y esta es una empresa que se nos antoja demasiado enmarañada de dificultades.
Entre las mendacidades estúpidas que ayer noche nos sirvió Queipo de Llano, figura la pesadilla catalana. Dice el zafio generalote que Cataluña se ha proclamado independiente, pero que cuando se haya rendido Madrid --¿dónde han terminado su carrera de fuga las columnillas anémicas de la serranía de Guadarrama?-- el "ejército salvador" irá a Cataluña para convertirla de nuevo en española y acabar con la autoridad despótica de Companys. Tan antiespañola es Cataluña que ha encontrado arrestos para enviar una columna de diez mil hombres a sofocar la rebelión de Zaragoza. Y los rebeldes de Zaragoza sí que son, en verdad, antiespañoles.
La segunda idiotez alcohólica que nos ofreció Queipo de Llano fué la de que la columna del general Mola había recuperado San Sebastián y que en las calles de nuestra ciudad se luchaba a brazo partido entre los fascistas y los elementos populares. Dislate de tal magnitud solo puede nacer en la desesperación de una derrota próxima o en los extravíos de una embriaguez habitual. Todos los donostiarras y no pocos guipuzcoanos y forasteros vieron que ayer circulaban por nuestras calles los tranvias y autobuses, que las gentes discurrían normalmente por la ciudad y que hasta en el kiosko del Boulevard el maestro Ariz dirigía el concierto de la Banda Municipal. Cuando se dicen tales embustes de lo que ocurre en nuestra propia casa, se puede uno imaginar que habrá de verdad en las noticias que se refieren a otras ciudades.
Pero en poco están las aguas malas. Antes de muchos días, el general traidor, consuegro de otro hombre nefasto de la historia contemporánea, tendrá que abandonar los placeres de la buena mesa. Y ya no volveremos a oír nunca más sus eructos, sus regüeldos y las expresiones radiofónicas de una estulticia sin precedentes, que pretendía nada menos que salvar a España.
2006 Departamento de Cultura, Juventud y Deporte - Diputación Foral de Gipuzkoa
