HONOR A LOS HEROES
Postrer homenaje a tres defensores de Irún muertos en la lucha del día 2
Incidente provocado por unas insensatas señoritas a las que se deteine y multa a razón de 25.000 pesetas a cada una
Ayer por la tarde se celebró el entierro de los tres heroicos defensores de Irún muertos en la batalla del día 2.
A la seis de la tarde se había concentrado en las inmediaciones del Cuartel General de las Milicias numeroso público que quería rendir este último homenaje de fervor por quienes habían sabido morir gloriosamente en defensa del ideal.
La Comitiva partió del Hotel María Cristina y por la calle de Idiáquez pasó a la Avenida para dirigirse por el puente de Santa Catalina al cementerio.
Abrían marcha las banderas de los partidos Socialista, Comunista e Izquierda Republicana. Seguían después los féretros de los camaradas Jausi, Isidro Balaguer y Gerardo Robledo que encontraban su último reposo envueltos en las banderas de los partidos citados anteriormente.
A continuación marchaban representantes de las distintas fuerzas combatientes. Guardia Nacional Republicana (antigua Guardia civil), Carabineros y secciones de las Milicias de Izquierda Republicana, socialistas, comunistas y todas las demás representaciones de las distintas Agrupaciones puestas en pie de guerra.
El paso de la comitiva era presenciado por las calles por gran cantidad de público que guardaba un profundo y emocionante respeto, alimentado por la interpretación que algunas composiciones fúnebres hacía la banda de música “Rusia”, integrada por la Agrupación de Profesores Músicos, afecta a la U. G. T.
La conducción constituyó un homenaje de gran emoción y piadoso recuerdo para quienes supieron ofrendar sus vidas en honor de la República, de la Libertad y de la Justicia.
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Al desfilar por la Avenida de la Libertad el cortejo fúnebre, la muchedumbre, que respetuosa presenciaba el paso del entierro, advirtió que de un balcón del tercer piso de la casa número 1 de la calle de los Fueros, esquina a la Avenida, unas jóvenes se reían en completa inoportunidad con el momento.
Parece que se les reconvino por su proceder sin lograr modificar su actitud, por lo que el público, muy indignado, formó un compacto grupo frente a dicha casa pidiendo la detención de las imprudentes mujeres.
Avisados los milicianos subieron al piso de referencia indagando quiénes eran las autores de la imprudencia. Mientras tanto, la cantidad de público que se arremolinó en las inmediaciones subió por momentos, llegando a sumar varios centenares de personas.
Al cabo de más de media hora, muy protegido por las milicias, pudo avanzar un automóvil hacia el Gobierno civil, llevando a las detenidas.
Entre el público que se enteró del hecho, especialmente las mujeres, la natural indignación producida se tradujo en vibrantes protestas contra las detenidas y gritos de que las llevasen a pie, reequerimiento que, de ser atendido, hubiera acabado seguramente en un lynchamiento.
En la Comisaría de Orden Público se tomó declaración a las detenidas a consecuencia de lo cual se impuso una multa de 25.000 pesetas a María Pilar Juanmartiñena Ameztoy y otras 25.000 a María Teresa Salazar Garacía, cantidades que fueron hechas efectivas anoche mismo en la citada Comisaría, donde continuaban detenidas.