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CONTRASTES“Dios, patria y libertad” es el lema de los sacerdotes adscritos al nacionalismo vasco
Muchos de ellos han sido fusilados por los facciosos
Leemos en “Política”:
“Una gran parte del clero colabora personal y encarnizadamente en la sublevación. El trasfondo cruel de la Inquisición y el rencor salvaje de la carlistada reviven en esos clérigos que lanzan bombas de mano desde los campanarios contra sus convecinos y feligreses.
Pero a esa estampa, tan repetida, del cura trabucaire y dinamitero pueden, por fortuna, oponerse ejemplos de sacerdotes, acordes con el espíritu cristiano, que se han unido al pueblo en la heroica pelea contra el cesarismo de prostíbulo y cuadra cuartelera, que encarnan Franco, Queipo y Mola y contra la frenética codicia de mercaderes como March. No son muchos estos sacerdotes, pero por su valor moral y por los riesgos físicos que desafían, son dignos de la admiración nacional.
Hay, sin embargo, regiones, como el País Vasco, donde la huella sangrienta del cura Santacruz ha desaparecido para siempre. En Guipúzcoa, el clero defiende a la República, que, contra lo que afirmaban sus calumniadores, no ha perseguido al catolicismo, salvo cuando éste se ha convertido en agresor alevoso. En algunas poblaciones españolas, las iglesias, trocadas en fortines, han sido incendiadas o clausuradas. Pero en el País Vasco, no; porque allí los templos no son albergue de fascistas homicidas.
En San Sebastián, vanamente atacada por la facción de Mola, que lleva en vanguardia clérigos armados de rifles, se dice misa en todas las iglesias.
En algunos pequeños pueblos guipuzcoanos, donde han entrado los insurrectos, se ha fusilado a varios sacerdotes, afiliados al nacionalismo, regenerado de errores antiguos, al ver y sufrir la ferocidad de los que, llamándose defensores de la tradición, les querían raptar con discursos, y ahora arrojan bombas de avión contra hospitales y asilos.
“Dios y leyes viejas”, era el lema del nacionalismo vasco. La guerra civil lo ha transformado en este otro: “Dios, Patria y Libertad”, réplica certera del que todavía ostenta el carlismo.
Juntos batallan, o juntos están, arma al brazo, en Guipúzcoa y Vizcaya, todos los partidos políticos y todos los Sindicatos proletarios. Con ellos, el Ejército regular y las Milicias populares, el clero y la mesocracia, los mineros y los campesinos.
Como en Cataluña y como en Asturias. Como en la parte de Castilla -tierras de Toledo y Guadalajara- liberada de la bárbara opresión fascista. El “Himno de Riego”, hermanado con “La Internacional” y con el “Gernikako Arbola”. El puño en alto del miliciano antifascista no riñe con el brazo alzado en signo de bendición de paz del sacerdote que no prevarica ni abjura.”
* * *
A la criminal agresión de la población civil de Eibar por la aviación facciosa, le llaman los “carcas” “bombardear con éxito Eibar”.
Y un “requeté” navarro asegura muy formalmente en el mismo diario: “Seguiremos luchando con la mirada puesta en Ellas -se refiere a las vírgenes- con fe ciega en el triunfo, que es la causa de Dios”
Fatalmente, se reproducirá muy pronto la escena de la expulsión de los mercaderes del templo.
Desde las columnas de todos los periódicos defensores del proletariado español se ha venido pidiendo, insistentemente, de largo tiempo a esta parte, la puesta en práctica por la burguesía de las Encíclicas “Rerum Novarum” y “Quadragésimo Anno” , en las caules se basó la admirable ley de Cultivos de Cataluña, que anuló el bienio negro de Gil Robles y compañía.
Y ahora la Diputación de Navarra, que se titula foral y jamás ha defendido los derechos de Navarra a sus viejas libertades, cercenando éstas en cada instante de su desdichada actuación, ha acordado el sábado último llevar a la práctica los sabios consejos contenidos en dichas Encíclicas papales.
Ha acordado llevarlas “a la práctica”.
Y los campesinos y obreros navarros han comenzado a temblar. El salario de tres pesetas está asegurado.
2006 Departamento de Cultura, Juventud y Deporte - Diputación Foral de Gipuzkoa
