Para “El Diario Vasco”
Sr. Director de “El Diario Vasco”.
Presente.
Me pregunta usted todos los días en el diario de su digna dirección si no estoy harto de pasar el verano detrás del mostrador despachando a los maketos que vienen a molestarme, añadiendo después, que si quiero perderlos de vista y suprimir su presencia, debo manifestar en el verano y en un lugar visible de mi escaparate mis ideales separatistas, preparando desde ahora el terreno votando a la candidatura nacionalista vasca”.
Señor Director: De lo que estoy muy harto –y lo estaría su señora- (dicho sea con todos los respetos), si como la mía tuviera que estar detrás del mostrador ganando cinco céntimos en litro de aceite y obligado a cambiar cada vez el tapón viejo por otro nuevo, para proteger la industria corcho-taponera de sus secuaces, en virtud del Decreto de 9 de Noviembre de 1933. A quien querría ver desaparecer es aal Inspector de la Comisión Mixta, don Modestoy Puy, que anda en funciones de fiscalización estos días por estas tierras. ¿Cómo demonio querrán esos magníficos ejemplares de españoles unitarios que yo regale tres céntimos en una transacción que me produce cinco céntimos de ganancia? No es esto sólo, sino que por aplicación del Estatuto del vino y con el fin de que los cosecheros españoles puedan vivir, me obligan también a consumir vino obligatoriamente en las casas de comida –D. 21 de Enero de 1936-, aparte de que también tengo que meter carbón asturiano para que vivan los de Asturias.
Luego vendrána hacerme tragar dos docenas de naranjas y cebollas cada día para salvar a los valencianos... Caray. No parece sino que vivimos de limosna y no de nuestro trabajo: no parece sino que la gente se mueve por patriotismo, incluso cuando se larga a Biarritz a veranear... ¿Pero es que acaso no tengo que afirmar seriamente que el par de cordones para botas que me piden, es DEL MEJOR GÉNERO INGLÉS para que me los compren? A ver de dónde viene el trigo, el aceite, los garbanzos y las lentejas, el vino, el corcho, el carbón, las naranjas, el plomo y otras hierbas... Ya quisiera que el hacendista señor Múgica catase un poco estos problemas y ya veríamos después. En este país no se libran de la invasión más que los curas y eso gracias al vascuence, que si les pasara como a los demás, viendo llegar a pobres compañeros con sotanas verdes, me gustaría ver a muchos cambiar de política. Aquel mendigo que se llamaba “Eperra” y que rezaba al pedir ya lo decía pintándolos de cuatro trazos –me refiero a los amigos de Benito:
Mi tierra, buena tierra
mucha cebollas, mucha patata y mucha eperra
vinos y aceites también
Ala ere Castilla guztiya emen!
Salud y república. Suyo affmo.
Un merkatzalle
VALE: Votaré a los míos aunque me quede solo, reducido a comer pan untado con ajo. Emigraré después a Puebla del Cinchón para que me hagan concejal. Así hacen ellos.