gipuzkoakultura.net
gipuzkoakultura.net
VESTIDOS SASTREModas viejas en moldes nuevos
Instintivamente hemos saludado todos con alegría la llegada de la primavera, aun cuando haya sido tan sólo en el calendario. Si el tiempo no se aleja demasiado de la lógica, no faltan muchos días para que nos abandonen los fríos y las lluvias y nos acoja, en sustitución compensadora, esa temperatura suave que debe presidir el mes de abril.
Esta alegría tiene su causas plenamente justificadas. Vamos a cambiar de ambiente. Vamos a abandonar los salones de té y los halls de los hoteles de moda, para acercarnos al campo a contemplar los primeros brotes de los árboles y la bulliciosa nota de color de las primeras florecillas. Vamos a poder, sin necesidad de lonas y pieles, hacer un poco de ejercicio al aire libre que proporcione a nuestros miembros, la elasticidad perdida durante el invierno perezoso. Y, sobre todo, vamos a cambiar nuestros vestidos de ahora por otros nuevos.
La ilusión, que reúne en la fantasía, agrandándolo y embelleciéndolos, todos esos motivos de gozo, se completa al hojear los figurines. ¿Qué nos ofrecerán esta primavera los modistos parisinos? ¿Cuál será entre los modelos el que mejor sienta a nuestra figura? En la solución de estos dos problemas, ambos importantes, pasarán los días que faltan para que el tiempo asiente. Luego, ceñido el cuerpo con los nuevos vestidos, podremos disfrutar de la temperatura muelle y de la contemplación de esos brotes tiernos y esas florecillas jugosas que dan al campo tan singular atractivo.
Algo podemos contestar a esa primera pregunta. Ya hace días que las grandes Casas de la capital francesa han pasado a los clientes –y a los artífices- los tarjetones de invitación para tomar el té en sus salones mientras desfilan las esbeltas maniquíes con los modelos primaverales.
Y en esta exposición jubilosa hemos visto insistentemente repetido un tema: el vestido sastre. La idea es vieja. El vestido sastre aparece con periodicidad entre las firmas acreditadas como creadoras de la moda. Pero siempre con un aire de renovación.
Lo más saliente de las nuevas colecciones en este aspecto se debe a modistos de gran prestigio. Crred, por ejemplo, presenta un sastre en paño negro azulado de rayas verticales, chaqueta ajustada y cruzada, con dos filas de botones y faldón pequeño con un ligero vuelo ................ en paño negro, chaqueta entallada, que ensancha por debajo del talle y abrochada con un solo botón; chaleco violeta, terminado en pico por delante que se ve bajo la chaqueta.
Lecomte presenta un modelo en lana color tabaco ligeramente entallado. Los bolsillos están subrayados por unos ribetes de cuero marrón y cortados diagonalmente; blusa de albéne blanco.
Ira Bellini indica un vestido negro en crespón Dullic, de Rodier. Chaqueta corta con un pequeño faldón, chaleco abotonado cortado en la espalda por dos aberturas. Camisolín de linón blanco. Falda plisada. Canotier en paja natural. De la misma firma, otro sastre en Modon, turquesa pálido.
La línea parte del hombro y baja hasta encontrar las dos entalladuras redondeadas que dan la característica a esta chaqueta.
Rosine Paris lanza una chaqueta con mangas cortas: falda en Arabe, de cuadros negros y blancos, y O’Rosen presenta otro sastre en paño negro de corte sencillo, con apliques de una gruesa trencilla de seda. Completa el vestido un sombrerito de fieltro de alta copa.
Destacando por su novedad de todos los descriptos, expone Marcel Rochas un vestido de chaqueta corta con un pliegue en la espalda y festoneado al borde del cuello y del delantero, así como los bolsillos. Un chaleco con un cuellecito redondo también festoneado como el borde y los bolsillos, con los ......... ocultos y manga de muselina negra. Tanto el chaleco como la chaqueta son de piqué blanco. La falda, de crespón negro mate, está plisada hasta la cadera. Este vestio, que requiere una figura esbleta, es de extraordinaria elegancia por su sencillez y el fuerte contraste de los colores. El festoneado le da mayor animación y alegría.
Esto es, a grandes rasgos, lo que nos dicta París para la moda primaveral en vestidos sastre.
Personalmente nos parece bien esta intensificación de los vestidos sastre para primavera. Tienen entre otras ventajas la de permitir los movimientos todos con holgura y libertad. Y buena es esa cualidad en una época en que el campo incita a hacer el ejercicio que nos permita dar a los músculos la elasticidad perdida en los muelles sillones de los saloncitos de té.
MARÍA DE ANTIBES.
2006 Kultura, Gazteria eta Kirol Departamentua - Gipuzkoako Foru Aldundia
