Desde Deva
Ciudadano Valle, ¡se le ha visto "el plumero"!
No sabemos ni por dónde ni cómo empezar, pues son tantas las cosas que ocurren que esto parece una enciclopedia.
Es tanto el cinismo de algunos gestores, que no salimos del asombro al ver tanta "pasión" en defender tan "apasionadamente" los intereses de la villa.
El alcalde, persona inteligentísima, acostumbrado a no hacer una cosa derecha, siempre nos sale por "peteneras2. Como decir que las escuelas de Montreal no son católicas y, por lo tanto, las 3.500 "leandras" no van a parar a manos de la comunidad que las regentan.
Dice que son libres y el resto de los gestores en la higuera o pensando como hacer el guisado de los jamones y chorizos de que nos habló el intelectual gestor Elorza. ¿Cree, acaso, el ciudadano Valle que ignoramos los trabajadores dónde van esas pesetas?
Sabemos que hay una Junta compuesta en su mayoría por hacendados capitalistas y virtuosísimos píos -cuyos nombres omitimos hoy-, pero si viene al caso aparecerán. Un miembro de dicha Junta es el encargado de cobrar en la tesorería del Ayuntamiento las pesetas que luego pasan como caídas del cielo a...
¿Dónde van a parar, y cómo, y en qué se invierten esas pesetas? ¿O es que el pueblo no debe saber qué es lo que se hace con su dinero? Y apoyándonos en la tesis del señor Valle, le podíamos decir que no estaría de más subvencionaran a la Fundación Ostolaza, porque la escuela es libre. Tiene su Junta, pero ¡ay! es que en ésta no es permitida la enseñanza religiosa, y en la otra sí. Donde nos da a demostrar que su inteligencia ha llegado a la categoría de atrofiamiento.
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Ciudadanos gestores, ¿no se acuerdan ustedes de los barrenderos y del encargado de la Central Eléctrica? Pues deben hacerlo.
Los barrenderos, humildes trabajadores, sufren la explotación más inicua que se ha conocido, y de éstos no se acuerda nadie. Ha sido consignada cierta cantidad en los presupuestos para horas extraordinarias de algunos empleados municipales, sin acordarse para nada de los barrenderos ni del encargado de la central, etc. Estos han sido excluídos, siendo quienes más horas extraordinarias trabajan, pues están destinados para todo. Hay días, muchos días, que trabajan hasta doce y catorce horas, y todo esto por 5,50 de jornal.
Ni tan siquiera se les concede el descanso semanal a que tienen perfectísimo derecho. Por lo visto les han confundido con el jamelgo que arrastra el carro de la basura. No hace aún muchos días que un obrero de éstos nos decía que llevaba quince años sin disfrutar un día de vacaciones. ¿Creen acaso los gestores que estos trabajadores no tienen derecho a disfrutar igual que el resto de los empleados? ¿O creen que sólo han de estar bajo el capricho de un concejal para que les ordene que cojan el carro de la inmundicia y acarreen los escombros de la obra que estuvo realizando en su casa o para que lleve el grijo para embellecer el jardín del alcalde?
El empleado de la central eléctrica municipal es otra de las víctimas de las injusticias, y que sufre las consecuencias de municipios que nunca supieron poner atención en sus empleados "bajos". Este obrero trabaja todos los días dieciseis horas, sin gozar del descanso semanal. Por la jornada legal de las ocho horas cobra 2.000 pesetas anuales, y por otras ocho horas extraordinarias que realiza, como decimos, todos los días, percibe mil pesetas anuales. En total 3.000 pesetas. ¿Y se quiere aún mayor sarcasmo? ¿Se concibe mayor explotación? Nosotros creemos que nadie, trabajando diariamente dieciséis horas seguidas, pueda desempeñar a satisfacción el cargo, y menos en un puesto de tanta responsabilidad.
Eso que con relación a esto, de este empleado tenemos las mejores referencias. Pero insistimos que son muchas horas. Y si algún día sucede algo, no se le podrá pedir ninguna responsabilidad, pues no hay cuerpo que físicamente pueda resistir tantas horas de trabajo.
Por justicia, por humanidad, pedimos que se les considere a éstos igual que al resto de los empleados en el Municipio que muchos días no trabajan arriba de cuatro horas.
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¿Qué sucede en las obras de construcción de la nueva carretera de Iciar a Lastur?
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¿Y qué ha sucedido con una cuenta presentada al Ayuntamiento por un concejal?
El corresponsal