SERVICIO DE CORREOS
De mucho interés para el público
Uno de los problemas que han de presentarse al entrar en Madrid nuestro glorioso Ejército, es el de organizar la censura de los cientos de miles de cartas que han de ser expedidas o recibidas por los habitantes de aquella capital.
La orden dada por el Alto Mando de que cuanta correspondencia, para Madrid, esté detenida en las oficinas de Correos, sea censurdas en las mismas por los señores Delegados militares, tiende a facilitar la labor de las oficinas de Madrid.
Mucho más fácil se haría la citada censura, si el público, que haya de dirigir la correspondencia a la expresada capital, utilizara bien tarjetas postales de carácter oficial, bien particulares o simples rectángulos de cartulina de las dimensiones de aquellas, franqueadas con quince céntimos en sellos de Correos, tarjetas en las que simplemente pusieran la frase SIN NOVEDAD, la firma o firmas de los remitentes y su domicilio.
Este procedimiento, evita a la censura las operaciones de abrir, leer y cerrar las cartas, procedimiento que tiene que retrasar de modo considerable la entrega de aquéllas a los destinatarios.
La Administración principal de Correos de Guipúzcoa ha de encargar al público procure atender el ruego que hace la inspección general de Comunicaciones haciéndose presente que el envío de la correspondencia a Madrid no se realizará hasta que la ordene el citado organismo que radica en Burgos.
San Sebastián, 24 Noviembre de 1936.