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Los burgueses de “El Día” y los “jauntxos” jelkides echan lumbre

Así es, en efecto. Los burgueses de “El Día” y los “jauntxos” jelkides están que echan lumbre.
De entre los acuerdos adoptados por la Gestora del Frente Popular en la Diputación de Guipúzcoa hay dos, sobre todo, que les saca de quicio. Y ello les desenmascara, una vez más.
Es corriente oirles hablar a los sociólogos burgueses de “El Día”, de “Euzkadi” y de “Euzko Pizkunde”, del salario familiar, de la jornada reducida, de la democracia secular del pueblo vasco, de la encíclica “Rerum Novarum” de León XIII, del “Quadragessimo anno”, de Pío X, etc., etc.
Pero cuando ocurre-como ha ocurrido en la Diputación de Guipúzcoa-que la Gestora del Frente Popular implanta la semana de cuarenta y cuatro horas para sus obreros (camineros, obreros de Teléfonos, peones eventuales, etc., etc.), entonces dicen los “jauntxos” jelkides que eso es dar mal ejemplo; que, en vista de lo que hace la Diputación, los obreros y empleados de las fábricas, talleres y empresas particulares, tendrán así más fuerza para solicitar también esa jornada reducida, en lugar de la de ocho horas que ahora tienen. O sea, que su sociología de “Rerum Novarum”, salario familiar, jornada reducida, etc., es una farsa. Y que los burgueses de “El Día” y los “jauntxos” jelkides son enemigos de la jornada de cuarenta y cuatro horas para los obreros provinciales, así como para los particulares. Tomad nota, camineros, obreros de Teléfonos, peones, etc., para cuando os vayan a “mangar” el voto en nombre de León XIII.

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Otro de los acuerdos provinciales que les ha sentado como una banderilla a los “jauntxo” de Jel es el referente a la democratización del Cuerpo de Miqueletes. Eso de conceder a los “txapel-gorris” la jornada legal, derecho a vestir de paisano fuera de las horas de servicio, etc., etc., les parece una herejía a los burguesazos de “Euzkadi”, “El Día”, “La Constancia” y demás periódicos neos.
Ellos hubieran querido militarizar más todavía al Cuerpo de Miqueletes convirtiéndolo en poco menos que en uan especie de Guardia civil de Euskadi. Y que “Napoleón” Churruca los llevara a todos a misa, como corderos, todos los domingos y fiestas de guardar, cual sucedía en tiempos de Urreta, Barriola, Rezola, Eizaguirre y demás diputados jelkides ricos.
Pero eso ha pasado ya a la historia. Ahora los miqueletes aspiraban a algo más y se les ha concedido porque es de justicia. Nuestros “txapel-gorri” no deben ser muñecos, ni chupacirios, ni máquinas de disparar. La administración de los arbitrios provinciales y el cuidado de nuestras carreteras exigen hombres y no autómatas al servicio de un burro con título de ex gentil hombre y paga de teniente coronel.
Claro que los “jauntxos” nacionalistas esperan que cuando triunfen ellos en las elecciones o se implnate el Estatuto Vasco, echarán todo eso abajo, así como todo lo que suponga mejora para los trabajadores. Pero se equivocan. Les costará triunfar, porque el pueblo les va conociendo ya, y aunque lograran mayoría por arte de sus combinaciones electorales, la minoría del Frente Popular, de acuerdo con el pueblo trabajador vasco, no consentirá que les arrebaten sus mejoras.
En la Diputación de Guipúzcoa, con mayoría o sin ella, se acabó ya el mangoneo de las derechas carlistas y nacionalistas. Estos farsantes no conseguirán ya más imponer su farsa. Los diputados del Frente Popular se lo impedirán. Y cuando quede implantado el Estatuto, mejor. Su desenmascaramiento como traidores a Euskadi, será más rápido y se pondrá mejor de manifiesto.
¡Miqueletes, camineros, obreros provinciales! ¡Aurrera! ¡Utzi alde batera aberats jendia! ¡Langilleak, alkartu!

2006 Kultura, Gazteria eta Kirol Departamentua - Gipuzkoako Foru Aldundia