Desde Eibar
Un ejemplod e Unidad de Acción.
Los pulidores se defienden
Cuando quedó sofocado el movimiento revolucionario en Eibar, que de Eibar fuimos más de 300 presos a Pamplona, y que Eibar más bien parecía un cuartel general de fuerzas represivas, guardias civiles, guardias de Asalto, que diariamente sembraban el terror, y fuerzas del Ejército, la clase patronal, al amparo de estas fuerzas y del Ayuntamiento que se mereció los honoers de los “straperlistas” Lerroux-Gil Robles, empezó a hostigar atacando sin consideración alguna, atacando y rebajando los precios establecidos y aboliendo de un manotazo todas aquellas condiciones de trabajo que tendían al respeto y solidaridad mutua de los trabajadores.
El Sindicato Metalúrgico, como todos los Sindicatos de la U. G. T. enclavados en la Casa del Pueblo, estaban clausurados.
El ramo de pulidores es al que peor consideraciones se le ha tenido, y precisamente por el bienio negro, con sus atropellos, la clase paronal, amparada por las autoridades militares y civiles, empezó sin consideración a rebajar salarios, trató de enfrentar a unos pulidores con otros, con el fin de crear diferencias y hacer bueno aquello de “Divide y vencerás”.
Unos cuantos compañeros, viendo las intenciones y los resultados que los manejos de la patronal hacía sentir, dieron el toque de alarma y lanzaron un llamamiento a todos los pulidores, sin distinción de ideologías, nacionalistas, comunistas, ugetistas, solidarios, católicos y sin partido, los cuales, aun rodeados de aquel ambiente de arbitrariedades y atropellos, del aparato militar-civil y patronal, acudieron en gran número, siendo muy escasos los ausentes del ramo. Quedó constituída la entidad de pulidores, con un Comité compuesto de ugetistas y solidarios, que empezaron a hacerse respetar y que la patronal respetase los salarios y las condiciones de trabajo. Hubo elementos provocadores que en los cafés ofrecían 500 y 1.000 pesetas al individuo que rompiese la Sociedad unificada de pulidroes; pero la voluntad y la entereza de los obreros en la pelea, hizo que todas las manobras se estrellasen contra la unión de los obreros.
Después del triunfo electoral, los Sindicatos de la U. G. T. y S. O. han podido reunirse y la U. G. T. ha podido, al recuperar su libertad, reorganizarse con una pujanza mucho mayor.
El ramo de pulidores de los Sindicatos de la U. G. T. y S. O. V. tienen reconocida cierta independencia, en vista de su labor acrtada durante el período cedo-lerrouxista. Así que de nuevo se ha nombrado en el seno de cada Sindicato una Comisión, que, unidas, compondrán el Comité de Unificación que lleve adelante los acuerdos de las respectivas asambleas.
Esta Sociedad, que hasta ahora se había limitado a defender las reivindicaciones de todos los obreros de la polea y que al reunir en su seno a todos o casi todos los pulidores hizo que no prosperasen las bajas maniobras de los patronos y algunos repugnantes esquiroles. Pero hoy, camaradas, no perdamos de vista a los patronos y además de la ayuda, al paso que la Sociedad tiene establecida, nuestra labor no debe ni puede localizarse en eso. Hay toda una serie de mejoras especiales para nuestra profesión, que son: como oficio insalubre, la reducción de las horas de trabajo a siete horas diarias y cuatro los sábados, en respecto al descanso que el ramo de la metalurgía establece con las cuarenta y cuatro horas semanales.
Esta petición nuestra es justa, pues los pulidores trabajamos todo el día rodeados de nuebes de polvo, en locales poco aireados. En Eibar los peores lugares, los más negros rincones son para los pulidores. Ese terrible polvo mancha los talleres, pero asimismo mancha nuestros pulmones y, camaradas, no podemos continuar trabajando en pocilgas. Nosotros debemos imponer nuestros justos derechos de manera irrevocable.
Otra petición que debe ir junto a la reducción de la jornada por tratarse de oficio insalubre, es que en todos los talleres sean colocados aspiradores, uno en cada polea, pero no de adorno, sino útil y en continuo movimiento, para evitar que traguemos los obreros el polvo terrible que daña nuestros pulmones.
¡Camaradas! La unión es la fuerza. A los que todavía no estéis afiliados, os rogamos ingreséis en los Sindicatos de la U. G. T. o S. O. V. Es vuestara obligación pertenecer a la Sociedad unificada de los pulidores y así todos unidos llegaremos a transformar en realidades todas nuestras justas reivindicaciones.-Un miembro de la Comisión de Pulidores de U. G. T.