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FRENTE POPULAR
ANO I
DIARIO DE LA REPUBLICA
NUMERO 44
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San Sebastián, martes 9 Septiembre 1936
FRENTES DE COMBATE
Las fuerzas leales mejoran sus posiciones en el sector sur de Guipúzcoa
Los bravos luchadores de Hernani prefieren la actividad ofensiva a la espera en los parapetos.- Reconquista de Chandanchu. - Tranquilidad en los demás frentes
FRENTE NORTE
Escasa actividad en el sector de Irún. Durante la mañana, algún tiroteo aislado y durante el resto de la jornada el consabido "paqueo", que no ocasionó ninguna baja. En la parte más alta de esta zona, el enemigo simuló algunos ataques, acaso para tantear el templo de nuestros fuerzas. Pero los milicianos replicaron con excelente energía, y ocasionaron algunas bajas, que obligaron al adversario a replegarse.
Por el sector de Gunchurizqueta, el enemigo ejerció algunas ligeras presiones de tanteo. Las fuerzas leales, al mando de uno de los hombres que más se han distinguido en esta campaña, respondieron muy bien, y mantuvieron a raya al enemigo.
En el sector de Oyarzun y Ventas de Astigarraga, sin novedad notable. Por la parte de Rentería hubo, a media mañana, bastante tiroteo, que fué decreciendo hasta apagarse por completo. En el resto de la jornada, no hubo ya ninguna novedad.
FRENTE SUR
La bravísima muchachada de Hernani no se resigna a estar detrás de los parapetos. Mantiene vivo el espíritu de los primeros días y la sangre le hierve en las venas.
Después de la magnífica hazaña que realizó el día anterior, tomando a la descubierta el caserío Aizola, una posición fuerte del enemigo, ayer quiso repetir la proeza, y desde el principio de la jornada, se dedicó a hostilizar al enemigo.
Las baterías de Santa Bárbara lograron magníficos impactos sobre dos caseríos en los cuales se habían hecho fuertes los "requetés" y comparsa rebelde.
Favorecidos por el fuego de nuestros cañones, los milicianos y fuerzas adictas prosiguieron su avance, sin dejar de hostilizar por medio de la fusilería.
Conocedoras del terreno que pisan, decididas, enérgicas y llenas de ímpetu y de moral, las fuerzas ciudadanas avanzaron hacia las posiciones enemigas, y desalojaron de ellas al adversario, causándole algunas bajas vistas, y tomando algunos trofeos de guerra, que se suman a los fusiles y ametralladoras que les cogieron el día anterior.
Es envidiable el espíritu de los muchachos que se baten en el sector de Hernani, pues todos los días conciben y realizan alguna proeza, en la que se pone de manifiesto su temple y arrojo, así como su iniciativa.
El capitán Jack, que manda las fuerzas de ese sector, se ha destacado poderosamente como uno de los mandos más enérgicos y competentes que tenemos.
En la zona de Lasarte, nuestra gente, con nueva moral y empuje, se lanzó a la reconquista de la posición de Chandachu. No fué empresa fácil, desde luego, pues el enemigo se había parapetado bien.
Intervinieron entonces los granaderos, y abriéndose paso con las bombas de mano, llegaron hasta los lindes de la posición enemiga. Sobrevino entonces un ataque lleno de pujanza y de energía, ocasionándose al enemigo numerosas bajas.
La posición fué reconquistada, mejorándose con ello la línea de combate de nuestras fuerzas.
El enemigo, como hemos dicho, sufrió numerosas bajas. Nosotros hubimos de lamentar cuatro bajas.
Después de la jornada de ayer, las posiciones quedan notablemente mejoradas en todo el frente sur.
FRENTE OCCIDENTAL
Escasa o nula actividad en el frente occidental. Toda la jornada transcurrió con tiroteos aislados, algunos bastante intensos, y con paqueos.
En la parte de Usúrbil, durante la mañana, el enemigo intentó alguna escaramuza, que fué rápidamente atajada por la fusilería leal.
Después, durante la tarde, la tranquilidad fué casi absoluta.
En los altos de Andantza también fué la jornada tranquila. Aquí son muy fuertes las posiciones leales y el enemigo prefiere discurrir por los flancos, hacia las zona oriental de Usúrbil, antes de atacar una fortaleza que se presenta como un hueso demasiado duro para roer.
En Andazarrate, Ventas de Zárate, Manduvio y demás sectores de este frente, la tranquilidad fué completa.
Los mendigoitzales realizaron algunas audaces incursiones de reconocimiento y llegaron hasta las proximidades del mismo Tolosa, sin haber hallado enemigo.
ACCION
en el
FRENTE
CEREBRO
en la
RETAGUARDIA
FUSILES
al
FRENTE
SERENIDAD
en la
RETAGUARDIA
FRENTE POPULAR
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IMPRESIONES DEL FRENTE
Quizá podamos con estas impresiones contribuir un poco, por poco que sea, a la orientación que en el Frente debemos seguir, para la mejor consecución del objetivo que todos perseguimos, porque sabido es que nada mejor para una buena orientación que la experiencia vivida por quienes tenemos el deber de actuar en los lugares de combate. Ese solo objetivo nos induce a dar alguna de las impresiones que vamos sacando de las luchas, las circunstancias que las preceden y acompañan, así como ciertas derivaciones de las mismas.
No es ólo la cosa objetiva del frente de combate lo que interesa, sino también el extremo subjetivo lo que llama nuestra atención para que, al examinar el problema, veamos de orientar nuestra concepción en sentido informativo y, además, expositivo de cómo vemos los problemas del frente y las soluciones que para ellos encontramos.
Enfocado así el problema, hecho el pequeño preámbulo que antecede, vamos a pasar a exponer algunas de las impresiones que vamos sacando de la lucha en la que estamos participando prácticamente, a la vez que exponemos todo el desarrollo de aquellas facetas que presenciamos a través del frente que, por mandato de las circunstancias tenemos que controla. Y, digámoslo de antemano sin entrar en más preámbulos: hay que abordar el problema del frente sin más contemplaciones, sin fijarse demasiado en orientaciones teóricas, casi siempre falsas, para ver el lado práctico de la cuestión.
* * *
El miliciano combatiente, carente siempre de una disciplina verdaderamente militar, pide, exige, porque considera que es casi un deber demandar todo lo que en su concepto precisa. Eso, que en el campo enemigo no es tolerado, es casi una "necesidad" de nuestras milicias. Lo que, democráticamente hblando, es no ya tolerado sino necesario autenticamente dicho, aunque perturbe algo la acción de nuestra fuerza. Pero, para algo ha de valer la democracia de nuestras organizaciones, y algo ha de representar nuestro concepto, distinto del burgués, de lo que ha de ser un ejército proletario.
Sin embargo, y queremos hacerlo constar en esta primera información, es ALGO TOTALMENTE INDISPENSABLE que la gente se percate de la necesidad imperiosa en que se halla de someterse a una verdadera disciplina de hierro, si de verdad fuéremos todos guardias de la armonía en nuestra acción, indispensable para el buen éxito de todas nuestras actividades.
Y ahora que hablamos de disciplina conviene que asociamos el juicio a lo que en materia de “mando único” hay que decir porque este es el aspecto fundamental que hay que resolver, si de verdad queremos que nuestra labor resulte eficaz.
Hay que hablar claro en esos dos aspectos que dejamos apuntados, porque ya que demostrar que nuestra democracia militar y general es diferente a la que hasta ahora ha existido, y evidenciar la justeza de la misma hay que destacar la necesidad de que todos nos preocupamos de patentizar la superioridad de nuestra organización sobre la enemiga, y la diferencia de métodos que hay entre el autoritario y el democrático. Pero que nadie olvide, porque no debe olvidarlo, que democracia no significa, ni mucho menos, obediencia ni libertad incontrolable para hacer las cosas.
Hay que establecer una verdadera disciplina miltiar, aunque democrática, en el frente, y persuadir a la gente de la necesidad y la obligación en que se halla de obedecer a un solo mando, de aceptar un solo mando sin amor propio estúpido si de verdad se desea crear un verdadero ejército del pueblo, a la vez que realizar todas nuestras acciones con la eficacia indispensable.
Y ya hemos apuntado, que es bastante por hoy, dos problemas importantísimos que entre todos hay que resolver, y que espero se resolverán rápidamente: la disciplina y el mando. Son asuntos que en el frente se ven, que se aprecian los estragos que causan y que no hay más remedio que solvetnar en buena armonía. Y para solventarlos no hay más remedio que plantearlos; como para bien plantearlos no queda más recurso que comprenderlos.
En el frente se ve ese asunto que supone un problema, y conviene plantearlo como una impresión indispensable de solución.
Francisco García Labid
¡VIGILANCIA!
EL PROVOCADOR
En una guerra como en la que actualmente nos hallamos empeñados los defensores de la República democrática, una de las principales atenciones para nosotros debe ser la vigilancia. Sin vigilancia todos los ardides del enemigo son posibles.
Es menester tener presente que una guerra civil no existe, en realidad, vanguardia ni retaguardia; es preciso tener en cuenta que en cada región, en cada provincia y en cada pueblo mismo, existen de hecho una y otra. En la Guerra Europea –último ejemplo reciente- existían frentes dilatadísimos, amparados, si queréis, por una vasta zona de retaguardia, no exenta de horrores tampoco, pero sí lo bastante alejada de la contienda como para poder dedicarse a trabajar para los combatientes y para los civiles, para organizar la producción y el cambio y para vigilar. En ésta que padecemos, esto no puede ser posible por lo que he dejado dicho: por la complejidad enorme de los frentes, por la personalidad especial de la lucha. Realmente, no debemos olvidar en ningún momento que nos hallamos rodeados de enemigos, unos, efectivos que nos combaten en el frente con las armas, otros, encubiertos que en la reducida retaguardia de cada zona en lucha nos acechan con todas las armas del espionaje a su alcance; pero además de estos dos enemigos, más o menos descubiertos, existe un tercero: el provocador, el odioso provocador; más peligroso que el enemigo en armas, más peligroso, más odioso, más vil cien veces que el espía mismo.
El provocador –aparte de su natural misión de espía que observa, que vé, que comprueba nuestro armamento, nuestras posiciones, nuestros efectivos-, tiene una misión más digna de su repugnante personalidad: provocar, hacer producir acontecimientos que, justos en apariencia, enccierren en el fondo un desprestigio cuando menos de nuestra causa y siempre, entendedlo bien, catástrofes irreparables para la misma. ¡Alerta! Nuestra consigna debe ser una sola por esto: Vigilancia.
Tengo motivos para escribir así. La misión del provocador ha quedado en numerosos momentos de esta lucha civil, grabada en mi retina. Vigilad, no solo al espía, no solo al combatiente despejado de toda ocultación, sino al provocador. Vigiladlo: lo conoceréis pronto: él os hablará de acciones violentas que deben quedar encomendadas exclusivamente a la justicia del pueblo, a su Tribunal lejítimo. El os hablará de actos de pillaje, de actos de violencia inútiles que nos sumen en el descrédito que pueden arrastrarnos a la catástrofe.
Pensad conmigo, compañeros, que nuestra retaguardia, además de tal, debe ser también campo de combate, acaso más lleno de horrores y sufrimientos que en las mismas líenas de fuego. Pensad que el provocador, como el espía, viene con nosotros; lo vemos en nuestras heroicas columnas marchando al frente, les oísmo hablar llenos de fuego de nuestras reivindicaciones; sus cantos, en marcha hacia el frente, han sido los nuestros también... ¡¡Vigilancia!! No olvidad que en las retiradas, ésta triste palabra ha salido también de labios provocadores y que, en las horas de pesadilla, cuando las masas se desbordan, ellos, conduciéndolas, son nuestro mayor peligro.
AZOR.
OBRERO
Por tus legítimas reivindicaciones de clase.
Por el rescate de la República democrática en la que se pueden satisfacer tus ansias de redención.
Por el imperio de la libertad y de la justicia.
Porque todos sean iguales ante la ley.
Porque se camine hacia una sociedad más equitativa.
¡Lucha hasta morir contra los bárbaros asesinos de tus hermanos!
DEL FRENTE ASTURIANO
La rendición de Oviedo se producirá esta semana
Eficaz actuación de los aviadores leales. – En el frente de Luarca nuestras fuerzas luchan bravamente contra las de Galicia. – El apoyo de los mineros a Guipúzcoa
DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL
Gijón. – La situación en Asturias, en estos momentos, es exactamente igual a la del día anterior. Respecto a la zona de Oviedo, podemos decir que la tranquilidad se completa. Unicamente hay un dato destacable que señalar: una pequeña operación de nuestra artillería contra la capital asturiana.
A media mañana, nuestros bravos artilleros iniciaron un bombardeo por la parte del cementerio de Oviedo, lanzando una docena de obuses que pusieron en fuga a los facciosos, que desde aquel lugar tiroteaban a nuestras fuerzas.
El día nuboso, con tendencia a llover, obligó a los aviadores republicanos a permanecer inactivos. Tampoco la fusilería intensificó el tiroteo.
La jornada del lunes ha sido de completo reposo por ambos bandos.
En estos momentos volvemos a decir que los propósitos de atacar a Oviedo han sido retrasados. Se cree que esta semana Oviedo será nuestro, pues se quiere proceder con escrupulosidad.
Mes y medio llevamos de asedio, luchando a las puertas de esta capital y nada cuesta esperar unos días más. Se comprende la necesidad de hacerse dueños de esta zona, pero hay que tener paciencia. Oviedo no puede permanecer por mucho tiempo en la zona rebelde. El asedio es enorme. Por los cuatro lados está copado el enemigo. El hambre, la sed y la falta de otras cosas comienza a minar el coraje de los traidores. Los enormes destrozos en la ciudad y las numerosas bajas sufridas por el enemigo acabarán a ayudarnos a conquistar tan valiosa posición.
Por la mañana, dos aviones facciosos volaron sobre Gijón, arrojando algunas bombas, pero sin causar daño. Hasta tal punto resultó inofensivo su ataque, que los habitantes de Gijón no trataron siquiera de resguardarse. Y no precisamente por temeridad se obra así, sino sencillamente porque los aviadores facciosos no demuestran mucho valor y para llevar a cabo sus criminales atentados contra la población civil se elevan de manera que sus tiros carecen de eficacia. Si algún día pretendieron descargar su mortífera carga sobre la población, sus propósitos fueron estériles, pues el contraataque de las fuerzas leales no se hizo esperar. Y percatados los pilotos facciosos del magnífico trabajo de nuestra artillería accionaron a altura que hacía imposible lograr sus objetivos.
Esta mañana, la columna rebelde que opera en la zona de Luarca, pretendió avanzar, pero al igual que ayer, los paladines de la libertad contestaron a su fuego con otro nutridísimo, haciéndoles desistir de sus propósitos.
La tranquilidad en Gijón es completa. Gijón, con su constante bullicio, parece volver a los felices días de la normalidad absoluta. Unicamente recuerda los momentos por que pasa España, el continuo desfilar de bravos milicianos que se dirigen a los frentes.
Para el frente de Luarca ha salido hoy una fuerte columna de refresco, que se espera actuará con la máxima eficacia y obligará a los facciosos a retroceder a tierras gallegas, a los que pretenden auxiliar a los rebeldes de Oviedo.
Hemos conversado con el diputado socialista por Asturias José Burgos, que se encuentra herido desde los primeros días de la rebelión militar fascista y asegura que esta semana Oviedo será nuestra. Comprende que es necesario terminar rápidamente con esta zozobra pues la caída de Oviedo quebrantará el ánimo, tan decaído ya, de los facciosos. No hay que olvidar la necesidad de unirse a nuestras fuerzas en otros sectores y lo preciso que se hace actuar rápidamente en este sentido.
Los asturianos, percatados de los graves momentos que atraviesa Guipúzcoa, hacen todos los esfuerzos imaginables para acudir en apoyo de nuestra provincia.
Cuando escribimos estas líneas se nos hace saber que mañana –por hoy- saldrán para San Sebastián valientes compañeros que con su valor y fraternidad nos ayudarán a expulsar del suelo guipuzcoano a los repulsivos requetés y a los mercenarios moros regulares y la Legión extranjera.
ESPANA, POLVORIN DE EUROPA
A nuestro país le toca estar hoy en el primer plano de los acontecimientos internacionales, principalmente europeos. Le ha puesto en esta evidencia la guerra civil promovida por aquellos que no se resignan a perder el privilegio abusivo de que hasta ahora han venido disfrutando. Toda Europa, todo el mundo, contempla expectante nuestra contienda, no solamente por el rumbo que dentro de nuestra casa pueda tomar, sino por el giro que internacionalmente puedan llevar los acontecimientos.
“La paz es indivisible”, se proclamó en Ginebra. Esta afirmación hoy cobra un gran valor en relación a los acontecimientos de nuestro país. No puede haber ninguna guerra, por lejano que esté el teatro de ella, que no interese a amplios sectores de opinión, relaionados, más o menos estrechamente, con los promotores o sufridores de ella. Es cosa probada que tres países europeos ayudan, moral y materialmente a los facciosos españoles. No estamos en época de romanticismos, y estos tres países: Italia, Alemania y Portugal, no ayudan a los financieros y terratenientes españoles por el capricho de que nuestra bandera sea tricolor o bicolor, o porque los españoles saludemos o no con el brazo extendido. Esto es, lo mismo que las alcohólicas charlas de Queipo de Llano, la forma, el fondo es lo que se pueda ganar en este río revuelto por los “patriotas” de fajín o de medias moradas. Y si estos países buscan su botín, es fácil que haya otros a quienes perjudique el que este botín sea alcanzado por los amigos de los facciosos. Ahí está la tea que, jutno a las que hay encendidas en Extremo Oriente, en Africa y Europa, viene a aumentar el peligro del incendio.
Es preciso destacar el caso peregrino que hoy ocurre con España. Los países que llevan la batuta de la política europea están casi de acuerdo en no inmiscuirse en los asuntos de nuestra casa y hablan de una neutralidad que coloca en un plano de igualdad a tirios y troyanos, a rebeldes y gubernamentales. Esto, se ve claro, favorece a los que han sumido a España en un mar de sangre. Nunca se ha visto que quienes se hayan levantado contra el poder constituído sean medidos por el mismo rasero que aquellos que lo defienden. ¡Oh, si se tratara de un complot comunista! ¡Qué diferente había de ser el trato de los países que hoy apoyan a las huestes de Franco y Cabanellas!
A este respecto es conveniente hacer resaltar el comentario del diario soviético “Izvestia” que, entre otras cosas, dice: “...la declaración de neutralidad con respecto a la situación actual de España, es, en su género, una innovación en la teoría y en la práctica internacional. Hasta el presente no hubo ni existe precedente de que el Gobierno de un país, elegido de acuerdo con sus leyes, haya sido considerado en pie de igualdad jurídica a la que tengan los amotinados que se sublevaron contra el Gobierno.
Durante la última revuleta de los partidarios de Venizelos, el Gobierno de Grecia siguió recibiendo de los demás países cuantas municiones necesitaba para aplastar el movimiento. Así, pues, ahora con España la teoría de la neutralidad, es una nueva concesión que se hace a los Gobiernos fascistas.”
Paralelo a esta ayuda que se hace a los fascistas españoles por parte de los Estados citados, está la solidaridad de los trabajadores de todo el mundo, que se manifiestan decididamente por el aplastamiento del fascismo español, porque en él ven un nuevo peligro para la paz del mundo y para las democracias que la defienden.
fascistas del mundo de preparadores cons-
Mil veces se ha acusado a los Estados clientes de la nueva matanza que se presiente. Esta acusación, hoy se refuerza ante la ayuda que ellos prestan a los enemigos de nuestra patria, a sabiendas de que con ello aumentan el peligro de una guerra mundial. Así son los amigos del orden, de su orden, de todo el mundo, como los de España. Capaces de hundir a la Humanidad en un mar de sangre, si ésta no está de acuerdo con el rumbo que ellos quieren darle, mirando sus intereses particulares, de clase.
Por esto, es pcoo todo el entusiasmo, toda la disciplina, todo el ardor que se ponga en la contienda. Nos toca hoy, a las clases populares de España, el honroso y difícil papel de salvadores de la democracia, de aplastadores del fascismo, que, de triunfar, sumiría al mundo en una horrible contienda, cuyas consecuencias, viendo la nuestra, podemos imaginar.
CIUDADANOS: Por la República, por las libertades de los pueblos, por las conquistas del proletariado. Todas a una ¡en pie!
Trabajadores: ¡Viva el Frente Popular!