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Gipuzkoa 1936

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UNA NOTICIA DEL DÍA


PERFILES DE LUCHA

Viernes, 11 de septiembre de 1936

Páginas:

Declaraciones de Marcelino Domingo en París
“Una Europa neutral –dice- en presencia de un crimen político como esta insurrección militar española, no es la Europa de siempe”

La neutralidad equivale en ese caso a insensibilidad, irresponsabilidad, complicidad.-Europa renuncia a la defensa del poder civil legal.-Cómo ve Marcelino Domingo el desarrollo de la guerra civil española.


París.-“L’Oeuvre”, de París, publica las siguientes declaraciones de Marcelino Domingo:

“¿Cuál es su opinión como presidente de la izquierda republicana acerca del Gobierno presidido por Largo Caballero?

-Muy favorable. Es, como el anterior, un Gobierno de Frente Popular. Su significación no es ni socialista ni comunista, sino republicana. Conviene recordar que el Frente Popular español, en el seno del cual pueden constituirse Gobiernos diferentes, se caracteriza por la defensa de la legalidad republicana. Creer lo contrario es desconocer la realidad española; decirlo constituiría una verdadera ofensa a la verdad.

-¿Vuál es el programa del nuevo Gobierno?

-Primero, terminar la organización de las milicias que han de reemplazar al ejército; segundo, unificar la lucha en una sola dirección; tercero, fortificar la disciplina de la población civil en el respeto a la ley republicana en cada momento; reforzar cada día más la autoridad del Gobierno legal; cuarto, demostrar la adhesión del proletariado a la República democrática.

-¿Cuál es la actitud de los republicanos de izquierda respecto al Gobierno de Largo Caballero?

-La presencia en el Gobierno de un ministro perteneciente al partido de izquierda republicana lo indica de una manera clara. Queremos prestarle nuestro apoyo moral y material, darle toda nuestra asistencia; facilitar su labor, ir con él hasta el fin en la ejecución de su programa. Largo Caballero ayuda a los republicanos. Los republicanos ayudarán a Largo Caballero. Los partidos del Frente Popular sin excepción constituirán un todo indivisible con un solo fin: salvar a la República y a la ley republicana. En España esta finalidad es tan evidente que no necesita explicación. Es doloroso que haya que explicarla fuera de España.

Se hacen fuera de España reservas injustificadas acerca de la situación política española. Los demócratas europeos sentirán hasta lo más profundo de su espíritu su identidad con la democracia española. También comprenderán, por otra parte, que el problema palpitante que se presenta hoy a la democracia española no es en suma otra cosa que el problema de la democracia universal. Desgraciadamente, esto no se comprende en todos los países. Pero el proletariado lo comprende y por esto se coloca junto al obrero español.

-¿Cómo ve usted el desarrollo de la guerra civil en España?

-No hablamos de guerra civil. Hay que repetirlo, no se trata de una guerra civil. Se trata de una insurrección contra el Gobierno legítimo. La Europa jurídic civil y democrática no lo ha comprendido así. Es por lo que se habla de “neutralidad”. No puede haber neutralidad entre el saseino y el gendarme, entre el ladrón y el juez, entre el agresor y la víctima de la agresión. Neutralidad equivale ahora a insensibilidad, irresponsabilidad o complicidad. Declarándose neutral Europa renuncia a lo que había tenido hasta ahora de más noble: la defensa del poder civil legal; el espíritu del derecho. Una Europa neutral en presencia de un crimen político como la insurrección militar española, no es la Europa de siempre.

Por otra parte, esos demócratas neutrales no ven que España en este momento es la primera trinchera de los frentes nacionales que se extienden en todos los territorios de la democracia. Si por desgracia la democracia española es derrotada no es solo España la que sufre la derrota. En España quedará vencida la democracia universal y los países democráticos universales pueden prepararse a una guerra en la cual habrán perdido ya la primera batalla. Si por el contrario, como estamos seguros, nuestra democracia española triunfa sin el concurso de las restantes democracias del mundo, nadie tendrá derecho a asombrarse de la orientación que adopte en el porvenir la democracia española. Los que hayan contribuído a salvarla de una manera más eficaz serán los que tendrán derecho a decidir de sus destinos futuros.

-¿Tiene usted fe en la victoria?

-Sí. Y quisiera ver en toda Europa el mismo espíritu de solidaridad que une a los republicanos españoles, a los socialistas y a los comunistas, para la defensa de la legalidad democrática. Ninguna democracia deberá extrañarse de los políticos que hoy constituyen el poder, ni de su personalidad ni de su número. Los que se asombren hoy y se crucen de brazos se asombrarán más, probablemente cuando conozcan el resultado de su pasividad. La neutralidad en la guerra europea fué una villanía. Los republicanos españoles lo sabían y no fueron neutrales. Muchos de esos españoles cayeron voluntarios en las trincheras de Francia. Yo mismo fuí un francófilo entusiasta. Por haberlo sido tuve trescientos procesos y varias veces estuve encarcelado por defender la causa de Francia. Ser neutral hoy implica una más grave responsabilidad. Es injusto para la democracia española y es inoportuno para la democracia universal.

Los republicanos de izquierda española que se han consagrado siempre a la defensa de una legalidad que defienden hoy igualmente poniendo a la cabeza del poder a los socialistas más avanzados, piden esto; ver apoyado, aunque solo sea moralmente, su esfuerzo; verlo reconocido como una conquista que todos sin excepción están interesados en ssotener y asegurar.”


CONSEJO DE MINISTROS
SE NOMBRA LA DELEGACION ESPANOLA PARA LA PROXIMA ASAMBLEA DE LA S. D. N.

La formarán los señores Alvarez del Vayo, De los Ríos y Ossorio y Gallardo.-Siguen los ceses en la carrera diplomática

Madrid. –En el último Consejo de ministros se tomaron los siguientes acuerdos:

Estado.-Designación de la Delegación española para la próxima Asamblea de la Sociedad de Naciones, integrada por los señores Alvarez del Vayo, De los Ríos y Ossorio y Gallardo, y como delegados adjuntos los señores Pascual Tomás, Carlos Esplá y doña Isabel Oyarzábal de Palencia.

Para representar a España en la próxima reunión del Consejo de la Sociedad de Naciones se ha designado al ministro de Estado.

Decretando el cese en los cargos que actualmente desempeñan de don Luis Calderón y Martín, embajador de España en Washington; de don Teodoro Aguilar, embajador de España en Río de Janeiro; de don José María Aguinaga, ministro en Berna; de don Federico Gabaldón, cónsul de España en Salóncia; de don Luis Ariño, cónsul de Puerto Rico; de don Miguel Estelyú y Pedroso y de don Manuel Alvarez, secretarios en la Embajada de España en La Habana; de don Rafael López Pantoja, secretario en la Embajada de Berlín, y de don Fernando Canthal, cónsul en Uxda, y su separación definitiva de sus servicios del ministerio de Estado.

Se acordó una combinación diplomática habiéndose solicitado los “placets” respectivos.

Agricultura.-Nombrando director del Instituto de Reforma Agraria a don Enrique Castro López.

Admitiendo la dimisión del cargo de director general de Agricultura a don Manuel Alvarez Ugena, y nombrando a don Manuel Delicado Muñoz.

Nombrando director general de Montes, Caza y Pesca a don José María Dorronsoro.

Prorrogando quince días más la suspensión de todos los plazos, términos y vencimientos administrativos acordada por decreto de 11 de agosto próximo pasado.

Presidencia. – Nombrando vicepresidente de la Junta Central de Socorro a don Rodolfo Llopis.

Gobernación. – Nombrando jefe superior de Policía de Madrid a don Leandro Aguirre Sánchez, comisario de tercera del Cuerpo de Investigación y Vigilancia.

Disponiendo la cesantía, con separación definitiva del Cuerpo y del escalafón del ministerio, de los funcionarios don Francisco Tormo Pastor, don Jenaro Vives Montserrat, don Alejandro Valpuesa, don José López Asín y doña Concepción Alvarez Rodríguez.

Declarando en situación de disponible gubernativo a don Angel García Morales, jefe de Administración de segunda en el Gobierno civil de Valladolid.

Aceptando la dimisión del director general de Administración local, y nombrando para este cargo a don Julio Luelmo, abogado del Estado.

Hacienda. – Concesión de un crédito extraordinario de 300.000 pesetas al presupuesto de gastos de Instrucción pública para la creación y sostenimiento de Orfelinatos y matrículas gratuitas a los huérfanos que lo sean de defensores de la República.

Disponiendo que se incaute el Estado, por medio del ministerio de Hacienda, de la Compañía Arrendataria de Fósforos, Industrial Expendedora y Manufactura de Serroferio Española.

Concediendo un suplemento de crédito de treinta millones de pesetas para atenciones del departamento de Guerra.

Guerra. – Confirmando en el cargo de delegado del ministerio de la Guerra en la Compañía Telefónica al teniente coronel de Artillería don Antonio Vidal Lóriga.

Creando el Comité de coordinación de los servicios de óptica.

Justicia.-Acuerdo sobre el funcionamiento de las notarías cuyo titulares hayan sido declarados cesantes, y remuneración de los empleados que las sirvan.

Dejando sin efecto la supresión de términos judiciales.

Industria. – Nombrando subsecretario de Industria a don Ramón Lamoneda.

Nombrando director general de Industrias a don Agustín Redondo.

Comunicaciones y Marina mercante. – Acuerdo proponiendo la cesantía de varios funcionarios, de conformidad con lo dispuesto en los artículos de los decretos de 21 y 31 de julio y 27 de agosto últimos, así como declarante cesantes en sus empleos a varios agentes rurales.

Instrucción pública. – Nombrando subsecretario a don Wenceslao Roces, director de Primera Enseñanza, a don César García Lombardía y de Bellas Artes a don José Renau Berenguer.

Declarando cesantes a varios funcionarios del escalafón técnico y administrativo y auxiliar, así como del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.”



AVISO IMPORTANTE

Se advierte a todos los corresponsales administrativos que no hayan liquidado los envíos del mes de agosto, la imperiosa necesidad de que lo hagan con la mayor rapidez, pues en caso contrario se procederá a la suspensión del envío.

Asimismo se previene la necesidad de que nos sea enviada la liquidación del 1 al 10 de septiembre, para la buena marcha administrativa de nuestra administración.


DESDE RADIO-BARCELONA
SETENTA SOLDADOS ENVIADOS DE HUESCA SE BRINDARON ANTE EL CORONEL VILLALBA A LUCHAR POR LA REPUBLICA

Barcelona. – Se radiado la información siguiente:

Sector Norte: Llegaron a Barbastro 70 soldados procedentes del campo enemigo.

Uno de ellos se había pasado voluntariamente a nuestras tropas, tras de huír, según propia confesión, de las amenazadoras pistolas vigilantes de los fascistas.

Otros, los menos, que defendían una posición rebelde, se habían entregado por la mañana a nuestras fuerzas, después de librar un ligero combate, tras de emplear sus armas para la rendición contra un teniente y dos sargentos fascistas que les obligaban a resistir.

A uno y otros, fugitivo y prisioneros, les reunió en una plaza de Barbastro el coronel Villalba.

Los 70 muchachos se hallaban formados en dos hileras en posición de firmes.

Hubo un silencio hondo que rompió el coronel Villalba con estas frases:

-A ver: Uno, que de tres pasos al frente.

Con paso decidido y la cabeza alta se adelantó un soldado. Sus ojos a la altura de lo sojos del coronel Villalba miraban con severa energía. Rígido, los pulgares pegados en las costuras del pantalón, dijo:

-A la orden de usted, mi coronel.

El diálogo entre el soldado y el jefe fué breve, rápido y tajante.

El coronel preguntó.

-¿Por qué te has pasado a nuestro lado?

-Porque soy un soldado de la República.

-¿Qué hay en Huesca?

-Hambre, terror y fusilamientos, banderas monárquicas por todas partes, militares y fascistas.

-¿Cómo piensan los soldados allí?

-En su mayoría, igual que yo.

-Usted vuelva a su sitio.

El coronel Villalba se dirigió nuevamente a los 70 muchachos:

-El Gobierno de la República disolvió vuestro regimiento por haberse sublevado los jefes. Sois libres y podéis marchar, si lo queréis. Nosotros no somos tiranos y a nada queremos obligaros.

Si alguno quiere incorporarse al ejército de la República que lucha contra el fascismo, que levnate el brazo con el puño cerrado.

Los setenta soldados, con perfecta unanimidad levantaron el puño en alto; ni una vacilación, ni un retraso.

La voz del coronel Villalba, empañada por la emoción, se dejó oír:

“Soldados de la República. ¡Viva la República!” E inmediatamente surgió la respuesta: “¡Viva la República”!



¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Esta es la pregunta que hoy nos hacemos la mayoría de los españoles. Y bien podemos preguntarlo, porque de ello depende el futuro de todo hombre, mujer y niño, de la respuesta que le podamos dar depende nuestra propia seguridad, nuestra felicidad, nuestro consuelo, nuestra vida misma. Es un asunto que merece nuestra más atenta meditación. La verdad exige una atención inmediata y seria.

Según se dijo a los hombres, se hizo la guerra para acabar con la guerra e inaugurar una era de paz y de fraternidad universal. En lugar de esto, se ha levantado esta vieja y bárbara militarada. Sólo porque veían que poco a poco se les acercaba la hora de la igualdad. El egoísmo y el orgullo de antaño se manifestaban en toda su plenitud. Todo esto no deja de ser el presagio de un porvenir funesto. De hoy en adelante, toda España pide a una voz que se forje de cada espada una hoz, de cada fusil un martillo. Los cuarteles se harán escuelas, y cada convento una biblioteca. Así no habrá tanto analfabeto, y cuando le digan, vamos salvar a España, sepan contestar diciéndoles que a España le salvaron las últimas elecciones.

V. H.


DESDE LOYOLA
Una pausa en la guerra

LA GRAN FIESTA DEL GUDARI

(Por correo.)

Loyola. – El nacionalismo está bien anclado en la verdad y en principios fijos que le impiden girar como veleta en busca de nuevas experiencias y de nuevas posiciones.

Todo el celo alborotado de los fariseos no bastará a burlar la serenidad y sensatez nacionalista. El pueblo quiere labor positiva y no le satisfacen los ataques injustos y calumniosos emitidos por las radios facciosas contra nuestros gudaris, que luchan con valor por el bien del país y de sus libertades.

En Mandubio, Beizama y Bidania la jornada del miércoles puede resumirse en dos palabras: Sin novedad. Y dada la labor de espionaje que se viene observando en estos frentes, los mendigoizales investigarán y castigarán rigurosamente a los culpables.

En Andazárrate hemos subido a una de las avanzadas mendigoxales y allí hemos visto trabajar con entusiasmo. Hombres transportando sacos de arena, hombres abriendo zanjas y, al mismo teimpo, las bocas de fuego de las ametraladoras y los fusiles siempre alertas y vigilando constantemente al enemigo.

Allí abajo, a la izquierda, en la ermita de Santa Marina, otro grupo de gudaris, bien defendidos de las balas del adversario, domina los alrededores de Asteasu, ocasionando al enemigo serios peligros. La impresión general en esta zona en el día del miércoles fué muy optimista.


UNA PAUSA EN LA GUERRA
Lo que fué la realidad de la fiesta de ayer en Loyola, cuartel general de las milicias vascas, te la daré, lector, de alguna manera, aunque la realidad viva, toda entera, te la hubiera dado tu propia intuición y nadie más.

Ayer fui a Loyola, como todos los gudaris patriotas, arrastrado por la nueva de un acontecimiento. Allí el sonido del txistu silenciaba el ruido guerrero y las pisadas de los borceguíes claveteados, y es que se celebraba una gran fiesta. Ibamos como espectadores y acompañantes de aquella magna solemnidad. Tnía lugar en la basílica de Loyola la boda de un guerrero que, haciendo una pausa a la batalla, se unía ante el Señor con lazos indisolubles formando un nuevo hogar.

Tomás de Mitxelena, activo miembro de la Diputación de Guerra en esta Comandancia, contrajo matrimonial enlace con la bella y distinguida señorita Miren Edurne Hernández. Al entrar los contrayentes, acompañados de sus padrinos, en la amplia basílica, una ola de entusiasmo que agitó a aquel nutrido talde y me izó también a mí a lo más alto de mi capacidad entusiástica, y así me mantuve mientras duró la solemne ceremonia.

Bendijo la unión el virtuoso capellán del Gudaropea, Padre B. Oliverio de Ataun, y al ofertorio, el gran cantante Kortzarena entonó magistralmente el “’¡Oh Virgo Pulquerrima!”, de Donostia.

Antes de la comunión, el mencionado capellán pronunció una sentida plática ensalzando el matrimonio feliz y al finalizar el acto, los gudaris entonaron con fervoroso entusiasmo la “Marcha de Deun Iñaki”.

Al toque de corneta, los gudaris, con paso francamente marcial, salieron al pórtico, precedidos de los nuevos esposos y del Estado Mayor de la Comandancia de Loyola, y, bajando la amplia escalinata continuaron su marcha hasta los distintos cuarteles donde se alojan.

Fué una jornada que por su solemnidad y su cristianismo me sacó del mundo brutal de la guerra creada por los enemigos de todo lo vasco.

Lector: no me exija la reconstrucción de la atmósfera y de las caras de los asistentes a la ceremonia de ayer. Fué la gran fiesta del gudari, el gran triunfo del guerrero que en medio de la lucha se acuerda de su Dios, pero un triunfo que pide nuevas luchas y vitorias.

Viva felices los nuevos esposos.-G.


EL FRAGOR DE LA LUCHA
LA ETERNA INCOMPRENSION

Nunca pudieron comprender el movimiento nacionalista vasco esas gentes que se titulan derechas y que hoy están dedicadas a la desalentada y triste empresa de sembrar la semica venenosa de la guerra en nuestro país. Jamás tampoco hicieron el menor esfuerzo por interpretarlo con justicia, con buena voluntad. Para las demandas del nacionalismo, para sus más modestas reivindicaciones, tuvieron siempre los oídos y los ojos cerrados. Han sido inútiles los esfuerzos del nacionalismo para hacerse entender de ellas. Una grandísima parte de las vicisitudes del patriotismo vasco, de esas dolorosas contingencias que figuran ya en la historia como jaloens firmes de su marcha, se deben precisamente a esa incomprensión, a esa falta de capacidad de interpretación del sentimiento puro de todo un pueblo. Ni siquiera el sólido cristianismo del pueblo patriota, probado cien y cien veces de manera incontestable, consiguió un eco cordial, inteligente, en el espíritu de esas gentes que se dicen también cristianas. Cerraron el paso sistemáticamente a todo vínculo de comunicación espiritual. En sus campañas y en sus acometidas al nacionalismo no había ni una salvedad siquiera. Por encima de lo que pudiera haber de común, por encima de todo posible vínculo de carácter cristiano concretamente, pusieron siempre su odio político. Expresiones de sus representantes más caracterizados, expresiones que todo el pueblo recuerda y que hubo de subrayar con asombro, demostraron continuamente una incapacidad definitiva para el ejercicio de esa virtud cívica de la comprensión.

Y siendo ello una dolorosa verdad, lamentable desde un punto de vista de humanidad, ¿cómo podría pedírseles que comprendiesen el patriotismo vasco en estos momentos de inmensa pasión, de vesania sin ejemplo?

Hoy, en plena guerra, las gentes llamadas derechistas de aquel lado del Ebro y las que comulgan con ellas en este otro lado, se manifiestan en la misma intransigente disposición de espíritu, en la misma actitud de fobia. Algunas de las emisoras facciosas –últimamente la de Burgos- recogen en sus emisiones esa falta de comprensión al aludir a la posición del nacionalismo en la contienda. No podía ser de otra manera.

Para esas gentes el nacionalismo vasco se muestra en estos momentos “exagerado y cerril”, según expresión vertida por una de sus estaciones emisoras. Una exageración nacionalista es, por lo visto, aprestarse a defender nuestro territorio de la invasión de gentes extrañas a nuestro pueblo, que penetran en él lanzando metralla y destruyéndolo. Una exageración es salir al paso de moros y legionarios para impedir que se asienten en nuestro suelo en plan de dominadores. Cerrilidad es para ellos defender a nuestros pueblos, a nuestros niños y a nuestras mujeres de los bombardeo inicuos efectuados por sus aviones.

No pueden comprenden que es un sentimiento de dignidad lo que el pueblo nacionalista ha puesto en pie de guerra ante un ataque que tiene todas las características de una bárbara invasión. Les falta capacidad para darse cuetna de que es también el institno de conservación y el amor a nuestra tierra el que impulsa a nuestra juventud a empuñar las armas contra los agresores. Estos sentimientos no cuentan para ellos. Y es porque por encima de ellos, muy por encima de ellos, han colocado siempre sus egoísmos tradicionales, sus intereses de casta, su caduco concepto de los pueblos y de las patrias. La historia, la propia historia de esas gentes ha registrado en vano que por encima de sus fracasadas concepciones patrióticas han sobrevivido y se han impuesto otros valores. Si alguien pudiera tener una sana experiencia a este respecto debieran ser ellos, los que todavía alimentan sueños de menguadas grandezas imperialistas, de organizaciones estatales militaristas. Han equivocado sus propios destinos humanos y mal podrían acertar a interpretar con justicia los destinos ajenos y a respetarlos.

Es inútil que traten de ocultar o disimular sus verdaderos designios; que se cansen en pregonar que combaten determinadas tendencias políticas o sociales. En primer lugar, es muy mal camino el que han seguido en todo momento, rehuyendo deliberadamente los problemas sociales al día, poniendo por encima de ellos sus conveniencias de clase. Pero, aparte de esto, ¿qué conducta han seguido para con el nacionalismo? ¿Puede alegar acaso que han seguido para con él otros procedimientos diferentes de los empleados para con esas determinadas tendencias sociales y políticas? ¿Acaso el nacionalismo no ha recibido de ellos un trato tanto o más sañudo, tanto o más intransigente que todos los demás que ellos consideran enemigos? ¿Qué salvedades especiales han hecho en la guerra emprendida contra nuestro pueblo? ¿No han bombardeado en nuestro territorio poblaciones alejadas de los frentes de combate? ¿No han raptado de sus embarcaciones a nuestros pescadores cuando estaban entregados a su trabajo pacíficamente? ¿No ha fusilado a hermanos nuestros hechos prisioneros en circunstancias que aun en la guerra más violenta convertirían el hecho en el crimen más repugnante?

¿Cómo no comprenden después de todo esto que el pueblo vasco esté dispuesto a rechazar el ataque con el sacrificio de su vida? Solamente, repetimos, se explica tanta ceguera por este hecho; porque son incapaces de concebir ese sentimiento de amor al pueblo que alienta con viveza extraordinaria en estos momentos en el alma de las masas patriotas vascas. Esto lo explica todo.

JUAN DE ALZA.


REPUBLICANO

Por la reconquista de la República liberal y democrática que el pueblo quiso darse el 14 de abril, y que dos veces le fué escamoteada.

Por el imperio de la verdad, del honor político, de la limpieza moral.

Por la incorporación del pueblo al mando de sus propios destinos.

Por una España grande, gloriosa, justa, republicana, en la que todos los ciudadanos se sientan hermanados en una misma obra y un mismo ideal:

¡Lucha hasta morir contra los felones que intentan asesinar nuestra amada República!


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