Asteazkena, 1936ko abuztuaren 19a
Los “salvadores” de España
SAN SEBASTIAN FUE AYER, OTRA VEZ, OBJETIVO DE LA BARBARIE FASCISTA
Los barcos piratas bombardearon la población civil, causaron destrozos en varios edificios y ocasionaron algunas víctimas
Las balas asesinas de los bárbaros del Norte no respetan nada. Ni siquiera las mansiones como la Casa de Maternidad que representan una de las más bellas obras de solidaridad desarrolladas por la República. He aquí los efectos del brutal bombardeo en la Casa de Maternidad.
Otro aspecto del “chalet” de la Concha, en donde uno de los obuses, después de destrozar la fachada, explotó en el interior y dejó la casa “vacía”, yendo a parar muchos cascotes y escombros a la plaza de Zubieta.
Una de las pesadísimas balas disparadas por los buques piratas durante el bombardeo de ayer mañana penetró por el mirador del primer piso de la calle de San Martín y explotó en el piso bajo después de romper el techo. Allí están instalados los talleres de “El Barato” y originó grandes destrozos.
Curiosísima fotografía obtenida por el operador en el momento en que acaba de explotar uno de los obuses de los barcos piratas. Puede verse la fachada del edificio casi oculta entre la nube de polvo, escombros y piedras, elevados por la explosión.
Véase como quedó el interior del “chalet” de la Concha a consecuencia de la explosión de una de las grandas rompedoras disparadas sobre nuestra ciudad en la mañana de ayer.
La casa número 7 de la calle de Atocha fué derrumbada por un obús, desmantelada desde el útimo piso hasta la planta baja. En la fotografía se aprecian bien los efectos de la explosión.
Trozo de uno de los obuses que hicieron explosión durante la mañana de ayer. Cayó en la Concha y produjo enormes destrozos en la finca de Besoya. Este pedazo que se ve en el fotograbado tiene un peso aproximado de 50 kilos.
La Casa de Maernidad fué uno de los edificios más castigados por las granadas con que nos obsequiaron los traidores a la gloriosa tradición de la Armada española. He aquí una vista interior, después del bombardeo.