Igandea, 1936ko abuztuaren 16a
El Norte contra el faciooso y el Renacimiento de la República
Desde el micrófono de Radio Santander ha pronunciado una interesante conferencia el exgobernador civil de aquella provincia don José María Semprún Gurrea.
He aquí el texto íntegro del discurso:
“Nunca sentí como hoy la terrible responsabilidad de la palabra, la repugnancia a hacerla servir frívolamente como deleite o recreo intelectual, por selecto que sea; el desprecio a su posible esterilidad frente a la acción ascética, dolorosa, heróica de este pueblo, de estos pueblos que están luchando por la dignidad de su vida y por la vida de su dignidad. Nunca temí, como hoy, merecer el dicterio de aquel Pero Mudo, “varón que tanto calla” –admirable ejemplo de brío silencioso-, dirigía a los felones de Carrión (a los felones de Carrión de entonces), diciéndoles sarcástico:
-“Lengua sin manos, cómo osas hablar.”
Que no osen hablar lenguas sin manos; que las palabras todas hoy sean, en la medida en que ellas puedan serlo manos; palabras activas, concretas y eficaces, que preparan y suscitan la acción; palabras responsables y comprometedoras, signo, garantía y prenda de la acción.
Con la mejor voluntad de que así sean las mías hoy, las dirijo a vosotros, vascos de Vizcaya y de Guipúzcoa, asturianos y montañeses; las dirijo a vosostros desde esta para mí tan amada ciudad de Santander, venido desde un maravilloso puertecito vizcaíno, donde puedo decir que solo a medias me sorprendieron los acontecimientos, porque si nunca acabé de creer en el hecho monstruoso de la sublevación, en ese tremendo “escándalo”, como con certeza y dolorida serenidad le calificó en su alocución el señor presidente de la República, claro que no me cogieron, en cambio, denuevas ni el horrendo estado de ánimo, ni la raigambre de intenciones políticas y sociales (quedan las espirituales reservadas al juicio eterno), ni el intento despótico, ni el desprecio por el pueblo y por la democracia, que forman el suelo tristemente fecundo donde ha germinado este crimen insospechable.
Y al dirigirme a vosotros, especialmente montañeses y vascos, siento que, acaso por la confluencia en mi ser de sangre cántabra y vascona, me hallo especialmente dispuesto a percibir y reflejar el hecho y la necesidad de esta esforzada unión que con plausible ejemplo estais dando los pueblos del Norte, desde el Bidasoa hasta los litorales gallegos, en nuestra ásperoa y resuleta acción contra la masa o gama central de la insurgencia, que nuestras briosas avanzadas están mordiendo ya y acabarán por destrozar un día. Si algún valor, si algún sentido pueden tener ahora mis palabras, ese valor y ese sentido están, y yo quisier que fundamental y aun exclusivamente estuviesen, en que ellas sirvan para subrayar con el mayor ahinco, lo que, si mal no recuerdo, fué radiado hace pocos días desde esta emisora por el actual y meritísimo gobernador civil de esta provincia, es a saber: el plan y propósito de una acción conjunta de Asturias, Santander, Vizcaya y Guipúzcoa, presionando hacia el Sur contra el faccioso.
Desde el rincón vizcaíno donde empecé a vivir la angustia de la tragedia, se me hizo presente, como por una especie de experiencia vivida, la necesidad de constituir para esta guerra unidades de mando y acción que fuesen superiores, más amplias y más complejas que las meramente provinciales. Lo mejor sería, claro está, que esa unidad, para todos los fines perseguidos con esta lucha, alcanzase a todos los pueblos leales del Norte a los cuales, además, la premiosa aunque no peligrosa amenaza de las mesetas, aisla y envuelve en un mismo cordón de hostilidad.
Ocioso me parece, hablando a quienes seguramente han entrevisto esta necesidad, añadir, después de exponerlas, cuáles son las razones estratégicas, tácticas, sociales, industriales y políticas que no solo hacen esta unión recomendable y ventajosa, sino inexcusable y urgente. Tan es así, que en parte y por el plausible acierto de quienes dirigen estas provincias, ya ha venido practicándose. Pero yo me permitiría añadir, que esta unión, para ser tan vasta y eficaz como se requiere, no debe estar solo de una manera implícita en la magnífica espontaneidad de los entusiasmo coincidentes, ni realizados solo en sueltas resoluciones empíricas, sino que debe tomarse conciencia expresa y manifiesta de ella y dotarla de los órganos que la hagas efectiva, es su amplitud y duración. Y me atrevo también a añadir, que no debe limitarse –a lo menos mientras duren las presentes circunstancias- a lo estrictamente bélico, sino que debiera hacerse extensiva a las actividades todas que precisamente, para hacer más efectivo el esfuerzo bélico y darle, en fin de cuentas, un contenido más social y humano, se le juntany con él se relacionan; todo ello naturalmente, si perjuicio ni merma de las exigencias y modalidades autonómicas, tan celosa y tan justamente reivindicadas por las gentes del Norte.
Si mis palabras fuesen manos en aquel primer sentido de facultad operativa que yo les exigía para ser pronunciadas ahora, yo pondría resueltamente esas manos a la obra de establecer la deseada y proclamada cción común del Norte contra el faccioso; si mis palabras han de ser manos en el segundo sentido de implicar el propio compromiso y la propia responsabilidad, yo pido públicamente a las autoriades el puesto que quieran designarme para servir, como un miliciano más, el designio que estoy aquí esperando.
¡Curiosos azares de la Historia y del destino! He aquí que en circunstancias diferentes, por causas que a lo menos a primera vista son muy otras, estos pueblos del Norte, tras de siglos, van a emprender y tienen que emprender por motivos entrañablemente encarnados en exigencias vitales, la obra redentora de una nueva y gloriosa reconquista, dejando caer la cascada de entusiasmo hacia las tierras céntricas.
No quiero abusar retóricamente del recuerdo y del símil, mejor dicho, no “creo” abusar en lo más mínimo de ellos, hablando como hablo; es muy probable que mirando a la hondura de las necesidades históricas, entre aquella reconquista secular y esta reconquista militarmente muchísimo más breve, pero social y espiritualmente todavía larga, hallásemos semejanzas mayores que als que haría esperar la distancia de los siglos y la externa disparidad de las palabras de orden y las banderas tremulantes en uno y otro caso. Porque en el fondo, en ese fondo de la verdad histórica, son también ahora, como entonces, estos pueblos norteños, ariscamente independientes, fuertes, políticamente ágiles, los que van a lanzarse a la reconquista de aquel agro paupérrimo, que precisamente porque lo es a tal extremo ha podido caer tan fácilmente en esa verdadera mano negra de una reacción cerril y monstruosa, en poder de esa mano que no ha tenido reparo en alzarse sacrílegamente contra su madre España, agravando el delito matricida con la hipocresía iscariótica de invocarla en el mismo momento en que la hería.
En la pasada media noche decía yo a los amigos de Francia, a quienes, por muy amigos que sean conviene puntualizarlas de vez en cuando las cosas para contrarrestar las “radios” piratas, que un simple vistazo sobre la forma de distribuirse las fuerzas contendientes en el mapa de España, nos asegura que de la casi matemática coincidencia de las zonas rebeldes con las zonas más pobres y atrasadas, con las zonas donde impera la miseria y la ignorancia en la masa y donde florece, aunque a eces pretenda disfrazarse de una máscara de ilustración pueblerina y palurda, esa flor nefasta y castiza del señoritismo rural, arbitrario y marchoso, egoísta y duro de cerazón, cuyos ejemplares han constituído gran parte de los contingentes que sirven la causa sediciosa. El litoral entero, abierto al oreo estimulante de la vida del mundo, las grandes ciudades con masas proletarias avezadas y curtidas, con profesiones liberales que no se dejan embaucar por los exabruptos retóricos del patrioterimso artificioso y jaque, allí donde la gente, no digo que sea mejor ni pero, que en eso no me meto, pero donde la gente está más despierta, más enterada y es más independiente, allí tiene arraigo inquebrantalbe el Gobierno de la República democrática.
Pues bien; es una misión redentora de los pueblos nórdicos, misión inaplazable, para la cual ya se que se está preparando ardientemente, pero en cuyo empeño no deben desmayar ni aflojar un momento por interés, de la República, por derecho de propia defensa, por altruísmo hacia sus vecinos del Sur, primeramente llegar hasta ellos para raer de sobre su haz la lepra fascista que los corroe y después para actuar como estimulante y revulsivo, como verdadero constituyente social, sobre esa pobre y vieja carne castellana, tan digna de piedad y tan presta, una vez que sea debidamente revigorizada, a enriquecer el mudno con los magníficos frutos intelectuales, políticos, sociales de que llenó la Historia. Pero para esto –permitidme la insistencia- hace falta la acción bélica, la acción social y la acción política, conjunta de todos los pueblos del Cantábrico.
Sería vana pretensión en cualquier la de querer describir el exacto panorama político a donde va a desembocar España al imponerse victoriosamente el régimen republicano, como, un poco más pronto o un poco más tarde, pero de manera indefectible, ha de suceder. Pero por muy insignificante que sea la representación política de uno, si arrostra la responsabilidad de hablar a sus conciudadanos, que sufren y luchan y mueren en defensa de la República, tampoco puede eludir el decirles su opinión tocante a las cosas por las cuales luchan y sufren y mueren. No para la tranquilidad de su conciencia que para esto a cada cual le basta que ella le diga por qué noble ideal ha hecho su sacrificio, sino para que sepa lo que pensamos todos hacer, lo que quisiera cada uno hacer, desde el más alto hasta el más bajo, de su magnífico sacrificio.
Y yo, poniendo en estas palabras toda mi responsabilidad, declaroq ue será un insensato o estará ciego quien no vea por de pronto y ante todo, que ese pueblo heróico y generoso que bajo el sol de agosto derrama sin egateos su snagre en los arrabales de Madrid –de ese Madrid del cual humilde y emocionadamente, filialmente ahora cuando le invoco con orgullo nostáligo y envidioso digo que es mi pueblo- y después, porque en su bravo empuje hasta allí hizo retroceder al enemigo, en los picachos de la sierra, ese pueblo qu emurer estoicamente en los abrasados campos andaluces y en los caminos ásperos de Zaragoza, y en las fragosidades pirenáicas, y en las domas de Oyarzun, y en las cuencas de Asturias, y en la raya de Burgos, y en las alturas azulinas como nuestros aviadores hazañosos, y en las aguas del mar que señoren nuestros marinos fidelísimos este pueblo que muere -¡y vence!- en lass matanza fratricida y monstruosa provocada por la vesanía inconcebible de unos que llamándose españols han perdido de momento las entrañas, ese pueblo muere por una España nueva, absolutamente nueva; que nadie se llame a engaño, que nadie pretenda escamotear habilidosamente a ese pueblo fecundo el fruto genuino de la sangrienta génesis a que le han conducido. Es justo –y nadie podrá oponerse a ello- que unos deseen y procuren que esa España sea más y otros menos roja; que unos quieran que esté más y otros que esté menos rota –para emplear una terminología fatídica y desdichada-. Pero lo que nadie deberá ni podrá impedir es que sa sea una España neuva. Y como lo único nueo –y tan antiguo, tan inajudamente antiguo que queda en España- es el pueblo, en el amplio sentido de este término, esa España será, tendrá que ser sustancialmente popualr. No plebeya o demagógica, pero sí popular, con la riqueza y toda la fuerza y todo el riesgo estimulante también que implica el término. Son los comunistas los priemros que han dicho con una sinceridad que está avalada y sellada por la lealtad con que combaten en los frentes de trabajo y en los frentes de batalla, que no quieren aprovechar el revuelo de la tragedia para imponer un régimen comunista, pero será, que nadie lo dude un régimen social, en el cual, si mi opinión valiese para algo, toda propiedad no desaparecería, pero toda se purificaría, socializándose la de ciertas grandes industrias claves, y convirtiéndose la que quedase como privada en una función no de la suerte, o del capricho, o de la capacidad o de la pura herencia, sino en función de la necesidad, en función del trabajo y del servicio, en función de la responsabilidad, del cargo, de la misión social, en una palabra, en función de valores y de valores medidos con un criterio humanista y humano.
No es este el momento ni yo la persona para delinear en todos sus rasgos y perfiles la figura del sistema político que ha de ser instrumento de esa nueva España; pero es archievidente que sin espíritu de mezquina venganza y menos de venganza personal –que un cristiano como lo es quien os habla, y mayormente después de haber escuchado las generoas exhortaciones de Indalecio Prieto tiene que repudiar- sin mezquina venganza, pero con severa justicia ha de quedar absolutamente, enteramente, radicalmente, desarraigado de todo organismo político español cuanto hieda a fascismo. Esto es esencia. Un régimen, y más un régimen de libertad, tolera y necesita una oposición; no faltaba más; pero ningún régimen que no esté dirigido por suicidas nutre y alimenta y apodera a quienes con otros instrumentos y poderes preparan el cartucho de dinamita que lo muele en pedazos. Podemos sentarnos –y a todo hombre liberal, esto es muy grato- en una misma mesa, con quien discrepe doctrinalmente de nostoros pero seríamos unos insensatos si invitáramos a comer a quien esté dispuesto a envenenarnos la comida. No es problema de tolerancia o libertad, sino de existencia.
Fuera yo un cobarde –indigno por tanto de hablar a quienes a diario exponen su vida- si no me atreviese a exponer mi opinión sobre un punto evidentemente delicado en estos momentos: la cuestión religiosa.
Es notorio, y lo repito para quien no lo sepa, que yo, afiliado al Frente Popular, defensor de una República democrática, social y aun socialziante, soy creyente y nadie me ha exigido que no lo sea. Pero aunque no lo fuese, por muchos otros respetos, me sería vivamente penosa la situación creada a algunos elementos religiosos.
Pero eso es sólo un aspecto de la cuestión. Mucho más importante es saber algo de las causas y el remedio. Y yo me atrevo a decir, conociendo a muchísimos elementos del Frente Popular, conociendo su doctrina y sobre todo conociendo al pueblo, primero, que medidas extraordinarias de un momento extraordinario, no significan un intento de persecución religiosa preconcebida y sistemática y después, que lo primero que haya que hacer que lo primero que habría que haber hecho -¡y cuántos hubieran salido ganando con ello los sinceros creyentes!- era no haber mezclado la religión en la política. ¿Qué digo mezclar?, no haberla envilecido ensuciándola en una política egoísta, defensora de privilegios, inhumana, antipopular, antidemocrática, y lo que es más doloros, anticristiana.
Todos, yo soy testigo ,no fueron resposnables, y sufren muchos con amargura viendo su culpa y las consecuencias de los que así procedieron. Todos no fueron responsables: el pueblo, el gran justiciero insobornable sabrá distinguir y hacer justicia, en la gran hora de su triunfo.
En este punto, y estando oyéndonos hombres de Vasconia, no podemos omitir el recuerdo de la conducta ejemplar, de la conducta salvadora seguida por esos partidos vascos cuyos hombres sin mengua ni renuncia de sus creencias, están trabajando y luchando y muriendo pro la casua de la democracia republicana, al lado de los hombres del Frente Popular, con un denuedo y arrojo y una osadía y una lealtad que yo he presenciado y que quisiera tener palabras para ensalzar como se merecen.
¡Ah, si todos hubiesen procedido comoe llos, como tantos grupos catalanistas que han adoptado semejante procdeder, como algunos otros españoles desparramados y perdidos entre la muchedumbre cerril de sus incomprensivos correligionarios! Qué distintos serían los derroteros de la cuestión religiosa, enturbiados hoy en gran parte por la actitud siniestra de quienes han olvidado que sus brazos debían estar siempre abiertos para estrechar al hermano y no embarazado con el fusil.
Quisiera terminar dirigiéndome a la hidalguía montañesa, a esa hidalguía que es una calidad y no una casta, que alguna promoción moral, y no un escudo, aunque esté a veces con plástica ornamentación la simbólica; quisiera dirigirme a ella con estas magníficas palabras de aquel español que se llamaba don Diego Hurtado de Mendoza:
“La inclinación del pueblo maltratado pone armas en la mano del noble; el clamor de la injuria del pueblo despierta e incita a la venganza el ánimo del noble” (Diálogo de Caronte).
¡El ánimo del noble! Todos esos hombres que luchan y sufren y mueren por el pueblo maltratado, agredido, destrozado, esos son los nobles, y no otros. La nueva nobleza popular que está creando y engendrando la República, precisamente ahora, precisamente cuando querían los otros alevosamente asesinarla.
Apresuremos gozosos este nacimiento: el de la República recia y creadora, el de la República pacífica y justiciera, el de la República asentada y nutrida en el corazón de sus hijos, el de la República del pueblo que muere para que ella viva, para que pueda ser verdad ganada definitivamente a las traiciones del destino el grito en que resumimos nuestros anhelos. ¡Viva la República!
Lea y propague
“Frente Popular”
NECROLOGICA
RESTITUTO TERAN MENDIA
Otra víctima de la cobardía. Esta vez ha correspondido al compañero de Acción Nacionalista Vasca, Restituto Terán, cuya muerte se ha producido en las inmediaciones de Tolosa.
Cuando llegaron las valientes fuezas de Garellano, con destino al frente de Tolosa, Restituto dado sus profundos y detallados conocimientos del tereno, se ofreció como guía a los oficiales del mismo, ofrecimiento que fué aceptado.
Emprendida la marcha y después de varias horas de caminata, la sed se apoderó de ellos y Restituto servicial como el primero se brindó para llenar la cantimplora (único bagaje que llevaba en su poder, pues carecía en el momento de arma), adelantándose hacia un caserío y en voz alta decir “Arratzaldeon (buenas tardes). Mesedez ur piska bat (por favor un poco de agua) y alargaba la cantimplora.
¡Vana ilusión! La respuesta fué un tiro de fusil que alcanzó al servicial compañero que cayó de bruces, para a continuación aplicarle el tiro de gracia. ¡Así obran los de Dios, Patria rey! ¡Viles asesinos!
“Resti” –como le denomináramos- pequeño de estatura y rechoncho, anidaba en su cuerpo un corazón patriótico lleno de amplio espíritu liberal; de ahí que figurase como socio fundador de la sociedad Eusko Indarra, donde organizó el grupo de mendigoizales, realizando por todo el País Vasco una labor eficaz para la causa.
Su espíritu inquieto y trabajador hizo que el campo deportivo alcanzase notoriedad. Fundador de la Federación Vasca de Alpinismo, conquistó la Medalla de Oro, por el ascenso a cien montañas; militante del desparecido C. D. Esperanza y el hoy veterano C. D. Fortuna, sus trabajos han sido innumerables, colocación de buzones, confección de planso, etcétera, etc.
Resti, ha muerto, mas su labor de proselitismo tanto político como deportivo es de gran fecundidad.
Paz al hombre bueno. “Resti” ha ofrendado su existencia a la causa antifascista.
Prensa extranjera
Las fronteras de la Libertad están en la Sierra del Guadarrama, dice la Prensa francesa
Lo que los Gobiernos no puedan hacer deben hacerlo los pueblos.-La opinión inglesa sigue mostrándose inquieta ante la actitud de Italia y Alemania
LA FRONTERA DE LA LIBERTAD
En “Le Populaire” dice Bracke:
“Todos los medios deben ponerse en práctica para romper el bloqueo que se está ejerciendo sobre España.
Lo que los gobiernos acaso no puedan hacer pueden hacerlo los pueblos directamente.
En este momento la frontera de la libertad está en la Sierra del Guadarrama. ¡Todos a defenderla!”
LAS MAJADERIAS DE “LE MATIN”
“Le Matin”, uno de los periódicos que están torpedeando más cínicamente a España desde el comienzo de la guerra civil, dice en su último número que todo el oro que el Gobierno español ha llevado a París, no es del Banco de España sino de procedencia rusa.
Para “Le Matin” son los soviets los que están dando los fondos que el Gobierno español necesita para defenderse de monárquicos y fascistas.
Como si la única verdad no fuese la de que el oro de los capitalistas de otros países se está invirtiendo en favorecer los planes de los traidores de los que están luchando contra España y por lo tanto esos capitalistas han colocado a sus respectivas naciones en una actitud de franca hostilidad contra España que no hace otra cosa sino defenderse de monárquicos y traidores.
La campaña de algunos de los más clásicos periódicos franceses, es algo de lo más agresivo que está soportando la verdadera España, la que defiende su libertad y su régimen.
Será hora de que el Gobierno francés del Frente Popular comience a darse cuenta de la hostilidad que estamos sufriendo por parte de esa prensa defensora de fascistas y traidores... en la que todo infundio criminal tiene fácil acomodo.
El “Morning Post” hace notar el peligro del retraso de la conclusión de un acuerdo sobre la iniciativa francesa.
El peligro consiste en una intensificación de la guerra civil en España y en una extensión del conflicto fuera de las fronteras españolas.
En tantoq ue no se llegue a una cuerdo toda supuesta violación de la neutralidad de cualquier parte que sea hace más difícil la realización del acuerdo.
El tiempo apremia y es preciso que España no sea un campo de batalla para toda Europa.
UN COMENTARIO DE “L’OEUVRE”
“L’Oeuvre” dice.
“la Francia de izquierda, la mayoría de Francia no quiere una aventura exterior. No le gustan las complicaciones diplomáticas. El recuerdo de sus 500.000 muetos y su provincias en ruinas está demasiado próximo para que no influya en los ánimos en contra de cualquier tentativa guerrera. Pero no puede negar que su espíritu y sus pensamientos estarán con el pueblo vecino amenazado en sus libertades y en su independencia nacional por unos militares vesánico y unos curas trabucaires”.
Don Arturo Menéndez, prisionero en Zaragoza
Gil Yuste sustituye a Cabanellas, que está herido
Madrid.- Por informes recibidos del frente aragonés se ha sabido que Cabanellas está herido de gravedad y le ha sustituido en el mando el ex general Gil Yuste.
También se sabe que don Arturo Menéndez, capturado el 18 de julio por los fascistas en Calatayud cuando venía a Madrid, está prisionero en Zaragoza con Núñez de Prado.
EL SEÑOR
D. RESTITUTO TERAN MENDIA
Falleció el día 10 de agosto de 1936
Al servicio de la República
Sus familiares, amigos y conocidos, suplican un recuerdo piadoso para el finado.
San Sebastián, 16 de agosto, 1936.
Domicilio: Pi y Margall, 26.
TODO POR Y PARA LA REPUBLICA
Es prefereible que las llanuras estén cubiertas de sangre a que estén habitadas por esclavos.- Washington.
¡Abulenses, salmantinos, zamoranos y castellanos todos! Por tierras de Avila, una de las líneas divisorias que separa a las fuerzas leales del legítimo Gobierno de la República, del de esas otras fuerzas leales del legítimo Gobierno de la República, del de esas otras fuerzas insurgentes, traidoras y rapaces, que faltando a las más rudimentarias nomras del derecho de gentes, del sentimiento cae- se honor que durante largos años para si han tenido vinculado, lucha brava y denodadamente al frente de las milicias populares al tan pundonoroso como heróico coronel don Julián Mangada.
Deber de todos los hijos de aquellas tierras de Castilla, para así continuar inmortalizando las páginas de nuestra Historia, liberalizadora de la esclavitud, del atropello y del feudalismo y vasallaje, contra el que siempre supo luchar y vencer, se en estos momentos también luchar con el mismo ímpetu, con la misma bravura, con el mismo coraje y el mismo desinterés, hasta ver restituído el imperio del derecho conquistado por el pueblo, hoy amenazado y en peligro de ser arrebatado por esa corrompida y salvaje plutocracia, que en vergonzoso maridaje con el jesuitismo de todas las castas, con residuos de fracciones políticas de aspiraciones dispares y por eunucos e incapaces militares, de ruin condición y sentimientos, hoy se debaten en los estertores de la agonía.
Avila, Salamanca y Zamora, todos los hijos de aquellas tierras lo sabéis por su situación geográfica y por alineación geogra´fica, ha sido siempre el cordón depaso y huída para internarse en Portugal todos los traidores a la Patria, y hoy mejor que nunca, dada la estratégica posición de nuestros enemigos, constituyen estas provincias una situación de privilegio, privilegio que nosotros debemos obstruir situándonos en aquellas posiciones que constituyan el obligado paso en la desenfrenada desobediencia que no ha de hacerse esperar.
Para el logro de esta finalidad, y para que en nuestro poder queden a responder de sus delitos de alta traición, de asesinatos y rapacerías realizados, todos los hijos de aquellas provincias, juntamente también con loshermanos de nuestra m- Con Castilla, debemos apresurarnos a constituir nuestras milicias, las que con el denominado de “Columna de Castilla” pongamos a disposición del Gobierno, para que, incorporadas a las órdenes y probada táctica de guerra del coronel Mangada, podamos así ser útiles ,en estos decisivos momentos, a la causa de la justicia y del derecho, de la libertad y de las aspiraciones de los que por la obtención de una España grande y progresiva, luchan hoy en el campo de batalla, con el mismo ardor que ayer luchaban desde las columnas de la Prensa, desde las tribunas públicas y desde la del Parlamento.
Aquellos que a esta empresa quieran sumarse, dirijan su adhesión al Casino Republicano, Nueva, 2, y a nombre de “Columna de Castilla”, consignando en ella su nombre y los dos apellidos, edad, profesión, si han militado, cuerpo en que han servido y categoría y domicilio.
¡Arriba, castellanos! En pie de guerra para defender a España republicana.
OTRO ESPONTANEO
Bilbao.
FRENTE POPUAR
Aviso a los obrero gráficos
Obreros gráficos a quienes corresponde trabajar la noche de hoy, sábado.
CAJAS
Luis Gnuzas.
Juan Trocániz.
Esteban Arroyo.
Ricardo Marín.
Luis Lancis.
LINOTIPIAS
Domingo Olariaga.
Jesús Martínez.
Ricardo Urondo.
Gregorio Cuesta.
Gregorio Alquézar.
Francisco Arroyo.
ESTEREOTIPIA
José Nicolás.
Severiano Ceballos.
Pedro Polo.
MAQUINA
Carlos Horn.
Nicolás Urcelay.
Cecilio García.
Clemente Alvarez.
ANUNCIOS ECONOMICOS
CONSULTO dificultades vidas, presente, porvenir. Astrología. Clarividente. Moraza, 16, primero.
CANARIO EXTRAVIADO. A la persona que recogió un canario en la calle Isabel la Católica, se le ruega lo entregue en Prim, 34, portería, donde se le gratificará.